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Toledo (Agencia Fides) - “La Iglesia no tiene otra Palabra que decir que Cristo, ni otra riqueza que Cristo, ni otro poder que el de Cristo que vino a servir y no a ser servido. Pero esta Palabra no la callará jamás, no la silenciará a pesar de los poderes de este mundo que quisieran silenciada o verla reducida a los espacios sacrales, no la dejará morir nunca”, ha afirmado Su Em. El Cardenal Antonio Cañizares Llovera, Arzobispo de Toledo (España) durante la homilía de la misa celebrada el domingo 3 de febrero en la Catedral Primada de Toledo. “Esta riqueza - continua el Cardenal - no la dilapidará, ni dejará de compartirla con los hombres, ni cesará de ofrecerla a todos, que no imponerla a nadie. Nunca, además renunciará a esta fuerza o este poder de Jesucristo que es servir a los hombres, ayudar a los hombres, amar a los hombres, defender a los hombres. Porque no tiene otra palabra, ni otra riqueza, ni otra fuerza que Cristo, no le importará otra cosa más que servir al hombre, apostar por el hombre”.
Y es por ello, afirma el Arzobispo de Toledo que la iglesia siempre “defenderá la vida humana en todas las fases de su existencia, desde su concepción, hasta su muerte natural”... “proclamará sin cesar y reivindicará en cualquier circunstancia la dignidad e inviolabilidad de todo ser humano y los derechos fundamentales que le corresponden al hombre, incluidos los de la libertad de conciencia y de libertad religiosa en toda su extensión, así como todos los correspondientes a la libertad de la educación” y “proclamará a tiempo y a destiempo el evangelio y la verdad de la familia, y pedirá a todos trabajar por la familia”. La Iglesia cumplirá siempre con esta misión suya “aunque esto le traiga sinsabores, insultos, descalificaciones, y aunque así se vea sometida a juicios falsos e injustos que descalifican por sí mismos a quienes los hacen”.
Comentando el evangelio de las bienaventuranzas, El Cardenal ha recordado que las bienaventuranzas Jesús "nos muestra la verdad del hombre llamado a la dicha plena y total, querido por Él hasta lo insospechado y haciéndole así ver su grandeza y su dignidad, así como a la meta y vocación a la que está convocado". Por eso, "la bienaventuranza prometida nos colocan, ante opciones morales decisivas".
Esto es precisamente lo que la iglesia enseña, ha afirmado el Cardenal y lo que “transmite una y otra vez la jerarquía de la Iglesia en España, vuestros Obispos a quienes algunos os pretenden enfrentar y de los que os intentan separar, y a los que no hay día que no se les critique". Esto es precisamente lo que han hecho por medio de las instrucciones y comunicados emitidos por la Conferencia Episcopal Española en estos últimos años cuya última razón “es la verdad del Evangelio, que nunca ha de callar por servicio a los hombres, servicio que reclama obedecer a Dios antes que a los hombres mismos”. (RG) (Agencia Fides 4/2/2008 Líneas: 36 Palabras: 526)
