VATICANO - El Papa Benedicto XVI a la Plenaria de la Congregación para la educación Católica: "la enseñanza es expresión de la caridad de Cristo y es la primera de las obras de misericordia espiritual que debe realizar la Iglesia"

martes, 22 enero 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El lunes 21 de enero el Santo Padre Benedicto XVI ha recibido en audiencia a los participantes en la asamblea Plenaria de la Congregación para la Educación Católica y en su discurso ha evidenciado que los temas sobre los que reflexionará la asamblea son "de gran interés y actualidad", a ellos "la Iglesia dirige su atención, especialmente en este momento histórico".
Benedicto XVI ante todo ha recordado que "desde siempre el sector de la educación es particularmente querido en la Iglesia, llamada a hacer suya la solicitud de Cristo… La Tradición ha visto en la enseñanza - y, más generalmente, en la educación - una manifestación concreta de la misericordia espiritual, que constituye una de las primeras obras de amor que la Iglesia tiene la misión de ofrecer a la humanidad". El Papa ha evidenciado a continuación que es "más oportuno que nunca, en este nuestro tiempo, reflexionar sobre como hacer actual y eficaz esta misión apostólica de la Comunidad eclesial, confiada a las Universidades católicas y de manera especial a las Facultades eclesiásticas".
Recordando los temas que serán examinados en la asamblea Plenaria, el Santo Padre ha citado en primer lugar la reforma de los estudios eclesiásticos de filosofía, "proyecto que ya ha llegado a la fase final de elaboración, en el que no dejará de subrayarse la dimensión metafísica y sapiencial de la filosofía". Por tanto "es igualmente útil valorar la oportunidad de una reforma de la Constitución apostólica Sapientia christiana", que constituye el la carta magna de las Facultades eclesiásticas y sirve como base para formular los criterios de valoración de la calidad de tales instituciones. "También la escuela debe interrogarse sobre la misión que debe realizar en el actual contexto social - ha continuado el Papa -, caracterizado por una evidente crisis educativa. La escuela católica, que tiene como misión primaria formar al alumno según una visión antropológica integral, aún estando abierta a todos e incluso respetando la identidad de cada uno, no puede dejar de proponer su propia perspectiva educativa, humana y cristiana". El nuevo desafío, que es aún más urgente debido a la globalización y al pluralismo, viene determinado por el encuentro "de las religiones y las culturas en la búsqueda común de la verdad… para que todas las culturas auténticas estén orientadas a la verdad del hombre y a su bien. Por ello, los hombres procedentes de culturas diferentes pueden hablarse, entenderse salvando las distancias espaciales y temporales, porque en el corazón de toda se dan las mismas grandes aspiraciones al bien, a la justicia, a la verdad, a la vida y al amor".
Otro tema en estudio en la Asamblea Plenaria es la reforma de "Ratio fundamentalis institutionis sacerdotalis" para los Seminarios. "La atmósfera actual de la sociedad, con la fuerte influencia de los medios de comunicación y la extensión del fenómeno de la globalización, ha cambiado intensamente - ha destacado el Papa -. Parece, pues, necesario interrogarse sobre la oportunidad de la reforma de la Ratio fundamentalis, que deberá subrayar la importancia de una correcta articulación de las diversas dimensiones de la formación sacerdotal en la perspectiva de la Iglesia-comunión, siguiendo las indicaciones del Concilio Vaticano II. Esto implica una sólida formación en la fe de la Iglesia, una verdadera familiaridad con la Palabra revelada, donada por Dios a su Iglesia".
Centrándose en la formación de los futuros sacerdotes, el Papa Benedicto XVI ha subrayado que esta deberá ofrecer orientaciones para dialogar con las culturas contemporáneas; la formación humana y cultural "debe ser también reforzada con el auxilio de las ciencias modernas"; además es necesario "una adecuada formación a la vida espiritual, que haga a las comunidades cristianas, en particular las parroquias, cada vez más conscientes de su vocación y capaces de responder de modo adecuado a la petición de espiritualidad que viene especialmente de los jóvenes". Por último, la atención a las vocaciones, especialmente al sacerdocio y a la vida consagrada, que "afecta a toda la Comunidad eclesial: Obispos, sacerdotes, consagrados, pero también las familias y las parroquias". (S.L) (Agencia Fides 22/1/2008; Líneas: 51 Palabras: 712)


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