ASIA/COREA DEL SUR - “Estaciones misioneras” en el corazón de la metrópoli, para responder a las necesidades espirituales del mundo de las profesiones

jueves, 20 diciembre 2007

Seúl (Agencia Fides) - La pastoral en las áreas metropolitanas y en las áreas urbanas densamente pobladas tiene necesidad de nuevos y creativos instrumentos, para descubrir las exigencias de cuantos son inmersos en la sociedad industrializada y pasan gran parte de la jornada empeñados en el trabajo, en el tercer sector. Por esto la Archidiócesis de Seúl ha adoptado la creación de verdaderas y propias “estaciones misioneras” en el corazón de la capital coreana, que cuenta con más de 10 millones de habitantes.
Las “estaciones misioneras” son lugares, inscriptos en el territorio de una parroquia, donde un sacerdote se dirige regularmente para asegurar un servicio pastoral. Se encuentra prevalentemente en las zonas rurales o montuosas, en los territorios de parroquia muy extensas y en zonas de nueva evangelización, donde los sacerdotes pueden dirigirse de tanto en tanto para celebrar los Sacramentos a beneficio de la comunidad que, de otra forma, sería imposible participar en la vida de la Iglesia.
Sin embargo, el mismo principio, ha afirmado S.E. Mons. Nicholas Cheoung, Arzobispo de Seúl, puede ser aplicado a una metrópoli como la capital coreana donde, a causa de la alta tecnología del trabajo en las oficinas, los ciudadanos pasan gran parte del tiempo delante de un computador y sufren de stress y alienación. Sus necesidades espirituales son penalizadas y descuidada: por eso la Archidiócesis ha instituido, en varios distritos de Seúl, nuevas “estaciones misioneras urbanas”. La nueva pastoral de las áreas ciudadanos ha iniciado en enero de 2006 y hoy, después de dos años de trabajos, ha dado óptimos frutos. Las estaciones misioneras a Seúl son 183 y se encuentran en los lugares más diferentes: hospitales, estaciones, aeropuertos, oficinas públicas (como el distrito de policía) o se sociedades internacionales, escuelas, institutos culturales. Se trata de capillas o salas para el culto, donde un sacerdote celebra la Santa Misa cada día o se organizan momentos de oración, permitiendo así a numerosos fieles que trabajan en la ciudad de dedicar un tiempo de la propia jornada a la relación con dios y de recibir la eucaristía.
Los fieles se han encariñado y son numerosos los que frecuentan “estos nuevos oasis de paz en el desierto metropolitano”, lugares que consienten de detenerse, encontrar y adorar a Dios, dejando a las espaldas el caos de la ciudad y las preocupaciones de las varias profesiones.
Las nuevas estaciones misioneras han además comenzado a dar frutos de evangelización: son de hecho frecuentadas también por catecúmenos y por simpatizantes que viendo los propios colegas de trabajo dedicar un tiempo a la oración en el arco de la jornada, han expresado el mismo deseo y han iniciado a interesarse de la fe cristiana (PA) (Agencia Fides 20/12/2007 líneas 33 palabras 463)


Compartir: