EUROPA/ITALIA - “Trabajo para llegar a estar desocupado: quiero lograr que no existan más mujeres reducidas a la esclavitud” dice a Fides un operador de la Comunidad Papa Juan XXIII

jueves, 29 noviembre 2007

Roma (Agencia Fides) - “Estamos verdaderamente agradecidos con el Papa Benedicto XVI por el llamamiento fuerte a luchar contra la esclavitud contenido en su Mensaje para la jornada de los inmigrantes”, dice a la Agencia Fides Gianpiero Cofano, de la Comunidad Papa Juan XXIII, fundada por don Oreste Benzi, comprometida desde hace largo tiempo también en el campo de la emigración y en el combate contra la trata de los seres humanos, que arranca de los países más pobres, sobre todo africanos, a miles de jóvenes con las ilusorias promesas de una vida mejor.
En su mensaje en vista de la “Jornada Mundial del Inmigrante y del Refugiado 2008” que se celebrará el próximo 13 de enero, el Papa Benedicto XVI habla de los sufrimientos de los jóvenes inmigrados, especialmente de los que se encuentran sin una familia que los apoye. “Estos chicos y chicas - observa - terminan con frecuencia en la calle, abandonados a sí mismos y víctimas de explotadores sin escrúpulos que, más de una vez, los transforman en objeto de violencia física, moral y sexual”. Esto vale sobre todo para las chicas y la prostitución.
“El llamamiento fuerte del Santo Padre es un desafío a la comunidad católica”, dice Cofano. “Hay diversas iniciativas de asistencia a favor de las víctimas de la trata de las mujeres, obligadas a prostituirse. Iniciativas meritorias, pero son pocos los que se preguntan cómo extirpar las raíces de este triste fenómeno”.
“Uno de los últimos mensajes que nos dejó don Oreste Benzi, antes de morir, fue justamente el de denunciar el hecho que se ha creado un ‘mercado de la asistencia’: demasiadas personas piensan en su sueldo de trabajador asistencial, sin pensar en cómo combatir las causas profundas de la esclavitud sexual. Lo digo claramente: trabajo para llegar a estar desocupado. Mi máxima aspiración es la de lograr que mi trabajo de asistente a las víctimas de la trata de mujeres resulte inútil porque el fenómeno haya desaparecido. Esto debería ser el primer pensamiento de todo trabajador católico que opere en el sector”, concluye Cofano. (L.M.) (Agencia Fides 29/11/2007 líneas 20 palabras 352)


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