ASIA/SRI LANKA - Siguen las desapariciones y los homicidios extrajudiciales en el país, cansado del conflicto: alarma de las organizaciones para los derechos humanos

martes, 20 noviembre 2007

Colombo (Agencia Fides) - Mientras Bangladesh sufre por las trágicas consecuencias del tifón Sidr, en otro país del Subcontinente indio la situación política y social, ya grave por el conflicto civil, se está deteriorando cada vez más: Sri Lanka.
En el “ajuste de cuentas” en acto entre el ejército y los rebeldes, se están utilizando todas las armas a disposición, con graves abusos para los derechos humanos fundamentales de cada individuo, sea este un adversario político o un prisionero de guerra: las organizaciones para los derechos humanos, las asociaciones de la sociedad civil, los institutos y los entes religiosos que operan en Sri Lanka han lanzado la alarma. En la nación, se afirma en un llamamiento, prosigue y se ensancha dramáticamente la línea de sangre hecha de desapariciones imprevistas y de homicidios extrajudiciales (auténticas ejecuciones sumarias) que en el último mes han afectado a 53 civiles, como evidenció la “Comisión Asiática para los Derechos humanos”, que recoge testimonios y pruebas a través de un forum de organizaciones dispersas en el territorio de la isla.
Bajo acusa se encuentra el ejército de Sri Lanka, empeñado en operaciones definidas de “anti-terrorismo”, que no respetan a civiles o personas sospechosas de sostener al frente tamil, en la que algunos observadores han definido alarmados una “guerra sucia”, notando el alzamiento de intensidad del conflicto, hasta convertirse en “lucha sin cuartel y sin reglas”.
Por otro lado también sobre los guerrilleros tamil pesan las acusaciones de continuar reclutando a niños soldados, de aterrorizar a civiles en las áreas tamil con intimidaciones, secuestro de bienes, propiedades y casas, obligando a los jóvenes de las familias a unirse a la guerrilla.
La comunidad internacional en las semanas pasadas había ya lanzado la alarma a través del reporto de Louise Harbour, enviado especial de la ONU para los Derechos humanos en Sri Lanka, que subrayaba la tasa de impunidad por las violencias perpetradas en la isla. El enviado afirmó que existen responsabilidades en ambas partes (sectores del ejército y rebeldes), poniendo la cuestión de una intervención cada vez más urgente.
Las Iglesias cristianas de Sri Lanka han lanzado de nuevo su pedido a la comunidad internacional para que no olviden la sufrida isla del subcontinente indio, donde el conflicto civil se enciende y provoca un sufrimiento inenarrable a la población, así como la muerte de tantos inocentes. Y, en estos tiempos difíciles de guerra, permanecen cercanas a la población ofreciendo asistencia sanitaria y ayuda humanitaria, poniendo a disposición recursos, estructuras, personal sobre todo para la defensa y el cuidado de los más débiles. Entre tanto los choques entre guerrilleros tamil y fuerzas del ejército regular se subsiguen cruentamente y sin cesar, con gran daño y sufrimiento por parte de la población. Más de 5.500 personas han perdido la vida desde finales de 2005, cuando el conflicto volvió a agudizarse de nuevo. (PA) (Agencia Fides 20/11/2007 líneas 28 palabras 481)


Compartir: