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Lahore (Agencia Fides) - La situación en Pakistán es insostenible. La declaración del estado de emergencia ha desmentido los edictos del poder, el gen. Pervez Musharraf, sobre su aproche de "moderación iluminada" a la hora de gobernar el país. Por ello, es urgente restablecer en Pakistán un sistema democrático, en el respeto de las libertades y de los derechos humanos. Lo afirma, en una nota enviada a la Agencia Fides, la Comisión "Justicia y Paz" de la Conferencia Episcopal del Pakistán, que lanza un llamamiento a la ciudadanía pakistaní de la comunidad internacional, formulando cuatro solicitudes bien precisas:
"Poner fin inmediatamente al estado de emergencia y restablecer el estado de derecho garantizado por la Constitución; liberar sin condiciones a todos los abogados, los activistas de los derechos humanos y los políticos detenidos; convocar nuevas elecciones respetando la fecha prevista del inicio del 2008; quitar la censura y conceder amplio margen de independencia a los mass-media en Pakistán".
Según la Comisión, el estado de emergencia es de hecho una "ley marcial" por la que el Presidente Musharraf ha atacado el sistema judicial pakistaní, acusándolo de interferir en la lucha contra el terrorismo, el crecimiento económico del país, causando el debilitamiento del gobierno y el declino moral de las fuerzas de policía.
El Presidente ha paralizado de esta manera la máquina judicial nacional (arrestando también al jefe del Tribunal Supremo) Iftikhar Chaudhry, y ha reafirmado la fuerza del poder militar. La Comisión ha condenado además las numerosas detenciones de abogados, activistas y representantes de la sociedad civil, entre los que se encuentra Asma Jahangir, Observador Especial ONU sobre la Libertad de religión y Presidente de la Comisión de los Derechos Humanos en Pakistán, además de la censura y el control impuesto sobre los medios de comunicación.
En Islamabad, el Procurador General Malik Mohammad Qayyum ha anunciado que las ya previstas elecciones parlamentarias no serán anuladas: en lugar de tenerse al inicio de enero, como se había establecido originariamente, serán pospuestas a febrero de 2008, añadiendo que el estado de emergencia permanecerá todavía en vigor uno ò dos meses”.
Mientras tanto la acción de las fuerzas de policía no se detiene: la pasada noche fueron detenidos millares de activistas del Partido Popular Pakistaní de Benazir Bhutto, según cuánto ha denunciado la oposición, en varias provincias del país. El mismo Partido Popular ha convocado una manifestación de protesta en Rawalpindi, desafiando el estado de emergencia declarado por Musharraf. (PA) (Agencia Fides 8/11/2007)
