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Santiago (Agencia Fides) - El Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. Alejandro Goic, expuso ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados el pensamiento de la Iglesia sobre la defensa de la vida, a propósito del debate sobre la comercialización de la llamada "píldora del día después" (ver Fides 26/10/2007, 31/10/2007).
Mons. Alejandro Goic ha comenzado recordando que la misión esencial de la Iglesia es la evangelización, es decir “anunciar el Evangelio e iluminar la realidad con la ética del Evangelio”. Esta misión le lleva precisamente “a preocuparse por los problemas reales que afectan al conjunto del pueblo”, consciente de que “no puede ni debe sustituir al Estado. Pero tampoco puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia”.
Según el Presidente de la Conferencia Episcopal el principal problema de Chile hoy es la familia, que sufre en la actualidad una profunda crisis como lo testimonian los numerosos problemas indicados por el Obispo: más del 50% de los niños en Chile nacen fuera del marco de una familia, con todo lo que eso significa en la vida afectiva, social, síquica, etc., de los niños; la realidad de la violencia familiar; la pobreza material de miles de familias chilenas; abusos sexuales de toda índole; sueldos e ingresos insuficientes en miles de hogares; una sexualidad que se banaliza, que se hace irresponsable; la evasión en el alcohol y en la droga, con los consiguientes dramas de delincuencia, tráfico y corrupción que conlleva; la carencia de una educación mejor para los más pobres; sexuales prematuras e irresponsables entre los jóvenes... Considerando que “una sociedad crece más sana y sólida cuando la estabilidad familiar es adecuadamente protegida”, el Obispo afirma que “todo cuanto se haga por cuidar y fortalecer la vida de las familias redundará en bien de todo el país”.
Respecto a las normas de regulación de la fertilidad que ha dispuesto el Ministerio de Salud, Mons. Goic considera que en el fondo “hay un imperialismo ideológico y un imperialismo económico”. Además las Normas “buscan evitar los efectos del mal y no la causa”. Es verdad que hay un problema real de embarazos de adolescentes y transmisión del Sida en el país. “La Iglesia - continua el Obispo - reconoce la gravedad del problema y plantea la búsqueda de soluciones acordes con la dignidad humana y dentro de una sana antropología”. Para Mons. Goic el problema principal es que “¡no se tiene confianza en los jóvenes! ¡No se les cree capaces de vivir una sexualidad humanizadora!” pues “se señalan técnicas y medios para prevenirse de posibles enfermedades y contagios olvidando toda la dimensión humana y de valores y testimonios de amor”. Por tanto, el gran desafío ante la idolatría del sexo es “promover valores de esperanza y de vida, recuperar la dignidad de la persona, especialmente, la dignidad de la mujer”.
“Si queremos una sociedad verdaderamente sana, hagamos de los seres humanos verdaderamente personas y no sólo enseñemos técnicas para que no se infecten. Hacer sólo eso es empobrecer la condición humana, es rebajarla, haciéndole perder su dignidad más profunda”, concluye el Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena. (RG) (Agencia Fides 7/11/2007 Líneas: 40 Palabras: 553)
