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Santo Domingo (Agencia Fides) - “La solidaridad es de todos los días y de todo tiempo. Pero los daños inusitados causados por la tormenta tropical Noel en los últimos días en grades zonas del país, nos llaman a un tiempo de especial e intensa solidaridad”, afirman los Obispos de la Republica Dominicana en una nota emitida tras el paso de la tormenta Noel por el país.
Según los últimos datos del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) han fallecido a causa de la tormenta 85 personas y se mantienen en 48 los desaparecidos. Además hay todavía 136 comunidades incomunicadas y 46 los puentes y carreteras destruidos. Los desplazados son 66.608.
“Es hora de mostrar la solidaridad como pueblo”- continúan los Obispos, recordando como el gobierno ha salido al paso de la emergencia al igual que numerosas instituciones civiles, la misma Iglesia católica y otras denominaciones religiosas. Pero según los Obispos, los daños causados por la tormenta Noel han sido tan grandes que “no podemos quedarnos en estos primeros y espontáneos impulsos de solidaridad. Tendremos que acompañar a nuestros hermanos damnificados más allá de estos días”. Para ello proponen los Obispos un plan A que constituiría la labor más inmediata de ayuda y un plan B para la reconstrucción posterior que deberá mantenerse durante mucho tiempo.
En cada una de las diócesis desde el primer momento se busco socorrer las necesidades inmediatas de los damnificados, pero dados los daños causados, los Obispos se compromete a extender la solidaridad más allá de los primero días y se unen a todas las tareas de emergencia y reconstrucción. Al mismo tiempo, invitan a todos los fieles católicos y a los hombres y mujeres de buena voluntad “a involucrarse generosamente en esta tarea, signo de fraternidad y unidad entre todos los dominicanos”.
Los Obispados de las diócesis más afectadas han publicado unos documentos sobre la situación de la diócesis tras el paso de la tormenta. Así por ejemplo, en la diócesis de San Juan de la Maguana, se han visto afectadas varias familias que permanecen todavía refugiadas en escuelas, iglesias, y otros centros., Muchas comunidades permanecen incomunicadas y más del 80% de la producción agrícola de la región se ha visto seriamente afectada, con grandes perdidas. También se han perdido muchas cabezas de ganado.
El Obispo de la diócesis de Barahona, Mons. Rafael Felipe ha informado que esta zona ha sido fuertemente afectada por los vientos y las lluvias y han quedado inundados varios pueblos. Hay más de 5.000 refugiados acogidos en parroquias, iglesias de otras denominaciones y otros centros de acogida. El mismo Obispos tiene recogidas algunas personas en su propia casa y en otras pertenecientes al obispado.
La Conferencia Episcopal ha puesto en marcha un programa para recabar ayuda y cooperación de organismos católicos en el extranjero, empresas nacionales y extranjeras, y diócesis de otras naciones, que tradicionalmente han ofrecido apoyo ante desastres naturales. En cada diócesis existe un comité de la Pastoral Social de la Iglesia y una oficina diocesana de Cáritas, organismos que canalizan muchas ayudas nacionales y extranjeras, y todas las parroquias de las zonas afectadas han creado sus planes de ayudas de emergencia y distribuyen miles de raciones de alimentos, mantas, colchones, agua y medicinas.
El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez celebró ayer 4 de noviembre, una misa en la Catedral Primada de América, en sufragio de los muertos y por los damnificados de la tragedia. Durante la homilía apeló a todos los sectores sociales para que den una respuesta masiva de solidaridad a favor de los damnificados de la tormenta Noel, al considerar que “estamos ante un desafío nacional y creo que todos estamos comprometidos a enfrentar”. (RG) (Agencia Fides 5/11/2007 Líneas: 48 Palabras: 644)
