AFRICA/ CONGO RD - Cada vez más prófugos a causa de las violencias en el norte de Kivu

jueves, 25 octubre 2007

Kinshasa (Agencia Fides)- En las últimas semanas son más de 30 mil las personas que huyen de los actos vandálicos en el norte de Kivu, al este de la República Democrática del Congo. Lo denuncian las agencias de la ONU, en particular el Alto Comisariato de las Naciones Unidas para los Refugiados (UNHCR). “La última explosión de violencia en la provincia del norte de Kivu ha provocado la fuga de miles de personas hacia el sur, en dirección de Goma, más allá del confín del País, hasta Uganda. Se trata del tercer flujo de población en fuga del conflicto creciente en el norte de Kivu que se dirige a Uganda en lo que va desde agosto”, afirma un comunicado de la UNGCR enviado a la Agencia Fides. La agencia de la ONU estima que desde diciembre del 2006 el número de desalojados en el norte de Kivu ha alcanzado la cuota de 370mil y que este número continuará creciendo.
Los últimos actos de violencia están ligados a los combates entre el ejército del Congo y los milicianos de Laurent Nkunda (ver Fides 18 y 25 de septiembre del 2007), un líder de una facción rebelde que, en un inicio, había aceptado integrar a los propios hombres en las fuerzas armadas regulares, pero que seguidamente ha continuado la rebelión contra el gobierno de Kinshasa. Nkunda afirma que defiende en este modo la población banyamulenge (afín a los tutsi) pero muchos observadores sostienen que actúa por interés personal. Nkunda ha lanzado una señal anunciando de haber enviado a 500 de sus hombres a un centro de integración del ejército congolés, un gesto que sin embargo hasta el momento no ha sido confirmado por fuentes independientes.
En la vigilia de la visita a los Estados Unidos del Presidente del Congo Joseph Kabila, el Presidente estadounidense George W. Bush ha prorrogado las sanciones contra diversas personalidades políticas y económicas implicadas en la guerra del este de la RDC. Entre estos Nkunda, además de algunas personas implicadas en el tráfico de armas en la zona (y no solo), entre quienes está el conocido Viktor Anatolijevitch Bout.
Las sanciones, introducidas en octubre del 2006, prevén el congelamiento del patrimonio de estas personas en los Estados Unidos. El acto presidencial está dirigido contra todo dirigente político o militar, congolés o extranjero, que obra en la República Democrática del Congo, que impida el desarme, la movilización, la repatriación o la reintegración de los combatientes. Particular énfasis se ha dado para blocar a quienes reclutan niños.
“Sostenemos firmemente los esfuerzos del gobierno del Presidente Kabila para hacer frente a la amenaza representada por las fuerzas negativas que operan en particular en el este del Congo, y para ofrecer a los congoleses algunas oportunidades económicas”, afirmó una fuente anónima de la Casa Blanca.
Los Estados Unidos suministran apoyo a la Tripartite Fusion Cell (TFC), un ente encargado de administrar una base de datos sobre bandas armadas que actúan en la región de los Grandes Lagos (ver Fides 28/5/2007). Las violencias contra civiles no son cometidas solamente por bandas irregulares, sino también por soldados del ejército del Congo, como ha sido denunciado por un reporte de una asociación humanitaria internacional. (L.M.) (Agencia Fides 25/10/2007; líneas 38, palabras 547).


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