VATICANO - El Papa Benedicto XVI en Nápoles - "En el respeto de las diferencias de las distintas religiones, todo somos llamados a trabajar por la paz y a un empeño factivo para promover la reconciliación entre los pueblos"

lunes, 22 octubre 2007

Nápoles (Agencia Fides) - Concluida la celebración en la Plaza del Plebiscito, el Santo Padre Benedicto XVI se ha trasladado al Aula Magna del Seminario Arzobispal en Capodimonte, dónde ha saludado a los Jefes de las Delegaciones participantes en el encuentro Internacional por la Paz, promovido por la Comunidad de San Egidio, que se tiene en Nápoles del 21 al 23 de octubre, sobre el tema: "Por un mundo sin violencia - Religiones y culturas en diálogo". Después de haber expresado su aprecio al Cardenal Crescenzio Sepe y a la Archidiócesis de Nápoles, que alberga el Encuentro así como a la Comunidad de San Egidio "que trabaja con dedicación por favorecer el diálogo entre religiones y culturas", Benedicto XVI ha recordado los Encuentros convocados por Juan Pablo II en Asís, en 1986 y en el 2002: fueron invitados altos Representante religiosos para rezar por la paz, "subrayando en tal circunstancia el lazo intrínseco que une una auténtica actitud religiosa con la aguda sensibilidad por este bien fundamental de la humanidad".
A continuación Benedicto XVI ha continuado: " En el respeto de las diferencias de las diferentes religiones, todos estamos llamados a trabajar por la paz y a vivir el compromiso concreto por promover la reconciliación entre los pueblos. Este es el auténtico ‘espíritu de Asís’, que se opone a toda forma de violencia y al abuso de la religión como pretexto para la violencia. Ante un mundo lacerado por conflictos, en el que en ocasiones se justifica la violencia en nombre de Dios, es importante subrayar que las religiones no pueden ser nunca instrumentos de odio; nunca se puede llegar a justificar el mal y la violencia invocando el nombre de Dios. Por el contrario, las religiones pueden y tienen que ofrecer preciosos recursos para construir una humanidad pacífica, pues hablan de paz al corazón del hombre. La Iglesia católica quiere seguir recorriendo el camino del diálogo para favorecer el entendimiento entre las diferentes culturas, tradiciones y sabidurías religiosas. Deseo vivamente que este espíritu se difunda cada vez más sobre todo allí donde las tensiones son más fuertes, allí donde la libertad y el respeto del otro son negados y donde hombres y mujeres sufren a causa de las consecuencias de la intolerancia y de la incomprensión”.
Deseando que "estos días de trabajo y escucha orante sean fructuosos para todos", el Santo Padre ha concluido invocando al Eterno Dios "para que derrame sobre cada uno de los participantes en el Mitin la abundancia de sus bendiciones, de su sabiduría y de su amor. Que libere el corazón de los hombres de todo odio y de toda raíz de violencia y nos haga a todos artífices de la civilización del amor”.
El Santo Padre ha tenido a continuación el almuerzo con los Cardenales, Obispos de la región de Campania, los participantes en el encuentro Internacional por la Paz y el Sequito Papal. Por la tarde, el Papa se ha trasladado a la Catedral: en la Capilla de San Genaro se ha recogido en adoración silenciosa ante el Santísimo Sacramento y ha venerado las Reliquias del Santo. Al término del acto se ha trasladado a la plaza de la Estación Marítima en el Puerto de Nápoles, de dónde partió el helicóptero para su regreso al Vaticano. (S.L) (Agencia Fides 22/10/2007; Líneas: 39 Palabras: 582)


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