AFRICA/CONGO BRAZZAVILLE - “Formación de los jóvenes, ayuda a la familia y justicia social: son nuestras prioridades”, afirma el Presidente de la Conferencia Episcopal del Congo, en Roma para la Visita “ad Limina”

viernes, 19 octubre 2007

Roma (Agencia Fides) - “La formación de los jóvenes y la familia son la primera preocupación de la Iglesia en la República del Congo”, dice a la Agencia Fides Mons. Louis Portella Mbuyu, Obispo de Kinkala y Presidente de la Conferencia Episcopal de la República del Congo (Congo Brazzaville), quien se encuentra en Roma para la Visita “ad Limina”.
“Es necesario encuadrar las perspectivas de la iglesia dentro de la actual situación del país, que debe hacer frente a los problemas que derivan de las tres guerras civiles de los últimos 15 años y, en un plano más reciente, a las consecuencias de un largo periodo de marxismo que ha marcado profundamente al país, en particular a los jóvenes”, afirma Mons. Portella.
“Nuestra primera preocupación como Iglesia es pues aquella de la formación de los laicos y de la juventud. Es necesario formar a los futuros dirigentes, que deberán estar presentes en puestos en los que deberán tomar decisiones” afirma el Presidente de la Conferencia Episcopal Congolesa. “Junto con esto queremos sostener a la familia, como lugar de la educación primera de los jóvenes. Debemos construir familias que ayuden a los jóvenes a crecer humana, espiritual y moralmente”.
Uno de los retos pastorales que debe afrontar la Iglesia del Congo es la difusión de nuevos movimientos religiosos. “En los últimos años -afirma Mons. Portella- “vemos el crecimiento de las sectas evangélicas, muchas de las cuales provienen de los Estados Unidos. Los fieles de nuestras iglesias están cada vez más alienados con estas corrientes religiosas. La repuesta sólo puede ser la sólida formación de los fieles y una mayor cercanía a las personas. Debemos aumentar la cohesión en nuestras comunidad para evitar que las personas vivan aisladas y se dejen seducir por la propaganda de estos movimientos”.
“La cuestión de la formación tiene que ver no sólo con los laicos sino también con el clero”, prosigue Mons. Portella. “Frente al aumento de las vocaciones, necesitamos maestros cualificados en nuestros seminarios que ayuden a los futuros sacerdotes a madurar en el plano humano, espiritual, intelectual y pastoral. Tenemos 400 sacerdotes en el Congo, un número significativo, pero aún inferior respecto a las necesidades. Una buena parte de los sacerdotes son jóvenes y debemos continuar acompañándolos en su camino sacerdotal.
Congo Brazzaville vive la contradicción de ser un país pobre pero rico en recursos naturales, en particular el petróleo. La Iglesia siempbre a trabajado por una mayor justicia social. “Desde el 2002 -recuerda Mons. Portella— hemos realizado un seminario de estudios sobre la utilización de los derivados de petróleo para el bien común. Al final, enviamos un mensaje a la nación en el que sugerimos soluciones para una mejor distribución de las riquezas de la nación. Nuestro principal pedido es una mayor transparencia en la gestión de los réditos provenientes del petróleo. Al inicio surgieron algunas incomprensiones por parte de algunos sectores de la política, que sostenían que la Igleisia se estaba entrometiendo en cosas que no le incumben. Pero poco a poco nuestro mensaje ha sido acogido y ha habido mayor apertura por parte del Estado. En este momento el Estado está comprometido en una mayor transparencia en las industrias extractivas. Se ha creado para este propósito una comisión de la que forman parte representantes de la Iglesia y de la coalición “Publicad lo que pagáis”, que luego de mil dificultades ha sido finalmente acogida en esta estructura”.
“Publicad lo que pagáis”, es un movimiento internacional que pide a las multinacionales del petróleo publicar todo lo que dan a los Estados productores de petróleo por la compra del gris. “La justicia social es un problema dramático en nuestro país: el 70% de la población vive bajo el nivel de pobreza. Como Iglesia debemos estar más atentos a este drama” concluye el Presidente de los Obispos congoleses. (L.M.) (Agencia Fides 19/10/2007; líneas 48, palabras 665)


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