OCEANÍA/ISLAS SALOMÓN - Educadores católicos en congreso para mejorar cada vez más la instrucción en el archipiélago y ofrecer un buen servicio a la sociedad

lunes, 8 octubre 2007

Honiara (Agencia Fides) - Trabajar en el campo de la instrucción, ser educadores de los muchachos y de los jóvenes, acompañarlos en su camino de madurez humana es una tarea muy delicada. Por esto la Iglesia de las Islas Salomón sigue organizando seminarios de estudios, de actualización y de perfeccionamiento para maestros y educadores que prestan sus servicios en institutos católicos de instrucción. La finalidad es la de mejorar cada vez más la oferta formativa y la calidad de la instrucción garantizada a los estudiantes de las escuelas católicas. Recientemente la Arquidiócesis de Honiara organizó un seminario específico al que participaron más de 60 maestros y educadores de la diócesis. Ilustres relatores, provenientes incluso del extranjero, hablaron de las nuevas metodologías didácticas, renovadas aproximaciones educativas, modalidades para hacer crecer el bienestar de los estudiantes. Introdujo los trabajos Cypriano Nuake, Director de la Comisión para la Educación Católica en la Arquidiócesis, quien subrayó la responsabilidad implícita en el papel de los educadores: ellos están llamados a preparar a las nuevas generaciones ejercitando “el arte mayéutica”, para sacar de cada joven todas sus potencialidades, y deben llevar a cada muchacho a la madurez humana y espiritual.
En el congreso se subrayó el compromiso de la Iglesia por el desarrollo social de la población de las Islas Salomón. El 50% de la población de las Islas (en total 450 mil habitantes) tiene menos de 18 años. Entre los principales problemas están la desocupación y la instrucción, que tiene una tasa muy baja: solamente el 20-25% de los jóvenes frecuenta una escuela y, entre los muchachos que tienen una instrucción elemental, sólo el 35% sigue los estudios. La formación cultural de los jóvenes es importante para construir un futuro de bienestar en la nación y necesita del aporte de todos: del estado pero también de los entes privados, organizaciones de la sociedad civil y de las comunidades religiosas.
La Iglesia ha promovido no sólo escuelas de todo tipo y grado, sino también la red de los Centros de formación católicos, llamada “Styvadima”, que trabaja por el crecimiento, la instrucción y el desarrollo de las comunidades rurales. Operan allí fieles laicos, ex estudiantes de escuelas católicas, comprometidos desde hace más de 30 años al servicio de las comunidades más aisladas, al margen del desarrollo tecnológico, cultural y civil, vinculadas a las tradiciones tribales. (PA) (Agencia Fides 8/10/2007 líneas 27 palabras 398)


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