EUROPA/FRANCIA - “Peregrinos y Santuarios, caminos de paz, espacios de misericordia”: se abrió en Lourdes el V Congreso Europeo de la Pastoral de Peregrinaciones y Santuarios, durante la vigilia de la apertura del año jubilar por el 150º aniversario de las apariciones de la Virgen

martes, 11 septiembre 2007

Lourdes (Agencia Fides) - Con la presencia de unas cien personas entre Directores de peregrinos y Rectores de santuarios de 20 países de Europa, se abrió el 10 de septiembre, en Lourdes, el V Congreso Europeo de Pastoral de los Peregrinos y Santuarios, promovido por el Pontificio Consejo de la Pastoral para los Inmigrantes e Itinerantes en colaboración con el Santuario de Lourdes. Durante la apertura de los trabajos se dio lectura al mensaje con el que el Santo Padre Benedicto XVI envió su bendición a los participantes, firmado por el Cardenal Tarcisio Bertone. El Papa expresó su deseo de que el encuentro favorezca una siempre más viva contemplación de Cristo, Verbo del Padre, para suscitar un testimonio evangélico creciente y generoso.
El alcalde de Lourdes, Jean-Pierre Artiganave, dirigió luego un saludo de bienvenida. Los trabajos del congreso fueron introducidos por el Card. Renato Raffaele Martino, Presidente del Pontificio Consejo de la Pastoral para los Migrantes e Itinerantes, quien se dirigió a los participantes considerando dos características fundamentales del Continente Europeo: las comunes raíces cristianas y la creciente mobilidad de personas e ideas. La Iglesia ha sido llamada a interpretarlas -afirmó el Cardenal- promoviendo la fraternidad y la solidaridad.
Seguidamente el Purpurado, con vistas al evento que se celebrará en Lourdes a partir del 8 de diciembre próximo, es decir el 150º aniversario de las apariciones de la Virgen a Bernardita, subrayó la importancia de invocar como don del Padre un corazón de niño, abierto para acoger la Buena Nueva y, por lo tanto, abierto a la conversión, primera gracia de toda peregrinación. También el tema pastoral del Santuario de Lourdes de este año exhorta de esta manera: “Dejaos reconciliar con Dios”. En el camino espiritual de la peregrinación cada uno está llamado a experimentar el amor y particularmente el perdón de Cristo. Es necesario, por ello, ayudar a los peregrinos a encontrar un verdadero recogimiento para que en el silencio y en la comunión entre ellos, descubran a Dios que habla en la paz del corazón, siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís, el cual se dejó guiar hacia la experiencia de Dios-Amor, convirtiéndose en hombre de paz, tolerancia y diálogo.
En un mundo -continuó el Card. Martino- que relega la enfermedad y la debilidad a los marginados de la sociedad, los Directores de Peregrinaciones y los Rectores de Santuarios dan testimonio de que el corazón de Dios es ante todo misericordia. Pero su ejercicio debe superar los confines de aquellas fuentes de espiritualidad que son los Santuarios y las Peregrinaciones mismas, a fin de que la dignidad de cada persona humana sea el centro de nuestras preocupaciones, frente a los problemas que presenta la sociedad de nuestro tiempo.
El Obispo de Lourdes, Mons. Jacques Terrier, dirigió sucesivamente su saludo a los participantes centrando su discurso en torno al 150º aniversario de las apariciones de la Virgen, para el cual el Santuario se está preparando. Efectivamente, en el 2008 Lourdes celebrará dicha fiesta jubilar. Un jubileo, según la Biblia, es un “año de gracia”, de alegría, de liberación y de nuevo comienzo. La Iglesia retoma dicha tradición bíblica, y los Pontífices han proclamado periódicamente un año santo, así como jubileos extraordinarios. Las apariciones tuvieron lugar en 1858, que era precisamente un año jubilar extraordinario. En él encontramos los elementos que el Papa y el Obispo de aquel entonces deseaban para tal evento: catequesis, oración y penitencia. No obstante la joven Bernardita no gozó de una buena salud, ni de bienestar material, emanaba una inmensa alegría. Desde entonces se cumple cada día en Lourdes, en cierto sentido, la gracia del jubileo: “anunciar a los pobres una alegre noticia… proclamar a los prisioneros la liberación y a los ciegos la vista” (Lc 4,18-19). Lourdes es un “jubileo permanente”. (S.L.) (Agencia Fides 11/9/2007; líneas 48, palabras 671)


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