VATICANO - “No sólo hablar de Dios, sino llevar a Dios en sí”: la validez de la enseñanza de San Gregorio de Nisa reafirmada en la audiencia general por el Papa Benedicto XVI, quien recuerda a la Beata Teresa de Calcuta e invita al compromiso por la salvaguardia de la creación

jueves, 6 septiembre 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El miércoles 5 de septiembre, el Santa Padre Benedicto XVI tuvo la habitual audiencia general de los miércoles en la Plaza San Pedro, a donde llegó de la residencia de Castel Gandolfo. En su catequesis ilustró algunos aspectos de la doctrina de San Gregorio Niseno, de quien había ya hablado el miércoles anterior. “La doctrina de san Gregorio de Nisa se caracteriza por su elevada concepción de la dignidad del ser humano - explicó el Papa -, cuyo fin es hacerse semejante a Dios, especialmente a través del amor, el conocimiento y la práctica de la virtud”.
La perfección no es algo conquistado para siempre, dijo asimismo Benedicto XVI, sino que es “una continua disponibilidad para ir hacia delante, porque no se alcanza nunca la plena semejanza con Dios; estamos siempre en camino. La historia de cada alma es la de un amor cada vez colmado, y al mismo tiempo abierto hacia nuevos horizontes, porque Dios ensancha continuamente las posibilidades del alma, para hacerla capaz de bienes cada vez mayores”. En su camino de subida hacia Dios, el hombre debe continuamente purificarse teniendo a Cristo como modelo y maestro. En efecto, “cristiano es uno que lleva el nombre de Cristo y por lo tanto debe asimilarse a Él también en la vida. Nosotros cristianos con el Bautismo asumimos una grande responsabilidad”, subrayó el Santo Padre.
Otra grande enseñanza de San Gregorio de Nisa se refiere al amor por los pobres: la vida del hombre es como una “subida a Dios en la oración mediante la pureza del corazón; pero asimismo subida a Dios mediante el amor al prójimo. El amor es la escalera que lleva hacia Dios”. Desde el momento en que todos dependemos de Dios, Gregorio subraya: “¡No penséis que todo es vuestro! Debe haber también una parte para los pobres, para los amigos de Dios. La verdad, en efecto, es que todo viene de Dios, Padre universal, y que nosotros somos hermanos, y pertenecemos a una misma estirpe”. El cristiano debe examinarse, por lo tanto, insiste asimismo Gregorio, acerca del ayuno y de la abstinencia de la carne: ¿qué valor puede tener ante Dios, si luego, actuando como injusto, le quita de las manos al pobre lo que es suyo? “Para progresar en el camino hacia la perfección y acoger a Dios en sí, llevar en sí al Espíritu de Dios, el amor de Dios, el hombre debe dirigirse con confianza a Él en la oración”, subrayó el Santo Padre, recordando este último aspecto de las enseñanzas del Niseno. El Papa Benedicto XVI concluyó así su catequesis recordando la validez de las enseñanzas de San Gregorio: “no sólo hablar de Dios, sino llevar a Dios consigo. Lo hacemos con el compromiso de la oración y viviendo en el espíritu del amor por todos nuestros hermanos”.
Al final de la catequesis, dirigiéndose en las diversas lenguas a los fieles presentes, el Santo Padre recordó el décimo aniversario de la muerte de la Beata Teresa de Calcuta. A los Misioneros y a las Misioneras de la Caridad, presentes con los colaboradores en la Plaza San Pedro, dijo: “la vida y el testimonio de esta auténtica discípula de Cristo, cuya memoria litúrgica justamente celebramos hoy, son una invitación a vosotros y a toda la Iglesia a servir siempre fielmente a Dios en los más pobres y necesitados. Continuad en el seguimiento de su ejemplo y sed en todas partes instrumentos de la divina misericordia”.
Finalmente el Papa dirigió un saludo especial a los participantes al Simposio Internacional sobre el cuidado del ambiente en el Ártico, que será abierto por el Patriarca ecuménico de Constantinopla el 6 de septiembre. A los participantes - representantes de varias religiones, científicos, periodistas y exponentes de las partes interesadas - el Papa aseguró su apoyo. “El interés por los recursos del agua y la atención a los cambios climáticos son temas de gran importancia para toda la familia humana”, dijo Benedicto XVI, exhortando a trabajar por un mayor respeto de las maravillas de la creación de Dios. (S.L.) (Agencia Fides 6/9/2007 - líneas 45, palabras 686)


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