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Nicosia (Agencia Fides)- “Pedimos la autorización a la tropas de ocupación y a la comunidad turca- chipriota para reconstruir nuestras iglesias, encargándonos nosotros de los gastos, y para hacer regresar a los seis monjes de más de ochenta años al monasterio de San Barnaba en las zonas ocupadas del norte”, es el llamamiento desde Chipre del Arzobispo de la Iglesia Ortodoxa Chrystostomos II.
“Queremos detener la degradación, sensibilizar la comunidad internacional, recuperar las obras de arte y traerlas nuevamente aquí para restaurarlas y conservarlas” - agregó Chrystostomos, - “Queremos que se respete nuestra civilidad. Nosotros, si los turcos piensan que aquí hay mezquitas en malas condiciones, estamos disponibles para restaurarlas, pero yo no creo que hayan, porque todas están conservadas”.
“Un censo cuantifica en 250 los edificios sagrados en el Norte de Chipre (iglesias, capillas, monasterios). De éstos, (algunos de los cuales armenos y maronitas), 133 iglesias, capillas y monasterios destinados para un uso profano (transformados en depósitos militares, establos y discotecas), 78 se transformaron en mezquitas, 28 utilizados para fines militares e instalación de hospitales y 13 como depósitos. Se removieron alrededor de 15.000 iconos, los cuales se encuentran en el mercado clandestino internacional del arte.
“Esperamos -afirmó el Arzobispo de la Iglesia ortodoxa más antigua - que el dinero que la Comunidad europea nos donó, 286 millones de euros, para la comunidad turca-chipriota, se empleen para la reconstrucción de las iglesias, al menos para las más necesitadas, ya que muchas cayeron o se están por caer”.
Chrysostomos pidió asimismo a la comunidad turca-chipriota dejar regresar en el monasterio de San Barnaba, el apóstol que evangelizó la isla junto a San Pablo, a los seis monjes de más de ochenta años, expulsados durante la ocupación, que desean morir allí. Pero hasta el día de hoy no obtuvo ninguna respuesta. La cuestión se había presentado asimismo al Consejo de Seguridad de la ONU.
En su reciente visita a Roma, el Arzobispo tuvo asimismo el apoyo del Papa, para que llegue a solucionar el problema. El Arzobispo lanzó un llamamiento también a la Conferencia Episcopal Italiana, en el encuentro con su Presidente, Mons. Angelo Bagnasco, y puso a la Unión Europea el problema de la aplicación de los derechos humanos por parte de los Turcos, recibiendo el apoyo del Presidente del Europarlamento Hans-Gert Poettering, del Presidente de la Comisión Barroso y sobre todo de la Canciller alemana Angela Merkel. (L.M.) (Agencia Fides 9/7/2007 Líneas: 34 Palabras: 415)
