AMERICA/ECUADOR - Dignidad de la persona humana, educación, familia y valor de la vida, corrupción y pobreza: según los Obispos estos temas no pueden faltar en el proyecto de Nueva Constitución

viernes, 18 mayo 2007

Quito (Agencia Fides) - Los Obispos de Ecuador han emitido un comunicado en el que consideran algunos principios básicos que deben incluirse en el proyecto de la nueva Constitución. Los ecuatorianos fueron llamados a las urnas el domingo 15 de abril 2007 y respaldaron de forma mayoritaria la propuesta del presidente Rafael Correa de establecer una Asamblea Constituyente que redacte una nueva Carta Magna para el país. Ante esta situación los Obispos recuerdan algunos principios que no pueden olvidarse en su redacción. Entre ellos destacan en primer lugar la dignidad de la persona humana “que tiene su origen en Dios y es fuente primaria de derechos y obligaciones”. Otro principio indicado es la educación, que según afirman los Obispos debe estar centrada en la persona humana y en sus grandes valores y debe ser una educación de calidad para todos sin discriminación alguna. Además piden que el Estado garantice de manera efectiva el derecho de los padres de familia a escoger la educación que quieren para sus hijos.
Respecto a la familia y el valor de la vida, los Obispos recuerdan que el Estado debe garantizar y proteger la vida humana, como derecho primario inalienable de toda persona, sin que “ninguna autoridad pueda lesionar directa o indirectamente este Derecho”. Debe también proteger la familia formada por un hombre y una mujer, favoreciendo la paternidad responsable y la dignidad de la familia en la procreación, así como la vid desde su concepción hasta su fin natural.
La corrupción y la pobreza es otro de los puntos indicados por los Obispos, quienes afirman que el Estado debe “garantizar la creación de los elementos necesarios para que los ciudadanos, los poderes del Estado y los órganos de Control impidan la corrupción en todas sus formas”. Además piden que los organismos del Estado “promuevan planes y programas de desarrollo para erradicar la pobreza y prestar atención preferencial a los sectores menos favorecidos de la sociedad”. Por último, respecto a las reformas que requiere las estructuras del Estado en las actuales circunstancias afirman que “deben tender al robustecimiento de la unidad nacional y de una democracia real y participativa basada en la persona y en la que se alcance la necesaria equidad y armonía entre los intereses particulares y el bien común”. (RG)(Agencia Fides 18/5/2007)


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