AFRICA/MALI - “No queremos imponer el Evangelio a nadie sino que queremos anunciarlo con nuestra vida” dice a Fides el Presidente de la Conferencia Episcopal de Mali con ocasión de la visita ad limina

miércoles, 16 mayo 2007

Roma (Agencia Fides) - “Queremos ser el grano de levadura que hace crecer la masa, la pequeña luz que ilumina la sociedad civil y las instituciones, llevando la Buena Nueva y dando el ejemplo con las obras concretas”, dijo a la Agencia Fides Mons. Jean-Gabriel Diarra, Obispo de San y Presidente de la Conferencia Episcopal de Malí, que se encuentra en Roma para la visita ad limina.
“Somos una pequeña comunidad católica que vive en un país en gran parte islámico”, afirma Mons. Diarra. “Las estadísticas oficiales no son muy precisas, Malí tiene entre 10 y 12 millones de habitantes, el 3% de los cuales son católicos”.
“En este contexto la Iglesia quiere ser la levadura de la sociedad, que ilumina con la palabra del Evangelio a las instituciones civiles y a las personas de buena voluntad”, prosigue el Presidente de la Conferencia Episcopal de Malí. “La comunidad católica se ha estructurado sobre el modelo de Iglesia-familia, en la que todos se conocen y se ayudan recíprocamente para vivir el Evangelio. La comunidad eclesial es servida por un centenar de sacerdotes de origen local, hay también algunas órdenes religiosas. Los misioneros, en particular los Misioneros de África (los Padres Blancos) desarrollan todavía un papel muy importante. Están además los catequistas que, como en el resto de los países africanos, son extremadamente importantes”.
“La tarea de testimoniar el Evangelio en la vida de todos los días compete a los laicos, a través del trabajo, demostrando una sincera y desinteresada adhesión al bien común. Estoy contento de decir que he encontrado personas no católicas que afirmaban: “Por qué asombrarse si esa persona se comporta bien y es honesta: es un católico. Es normal”. Nosotros no imponemos el Evangelio a nadie sino que lo testimoniamos con nuestra vida”, afirma Mons. Diarra. “El laicado católico se está organizando. Actualmente no tenemos una Acción Católica estructurada. Existe una organización de las mujeres católicas, mientras que los jóvenes tienen tanto un movimiento de estudiantes cuanto un movimiento de trabajadores, pero no hay todavía una organización unitaria”.
Uno de los temas que debe afrontar la Iglesia de misión es si poner el acento sobre el anuncio de la Palabra o primero utilizar las propias fuerzas para el trabajo humano y social. “Es una falsa oposición”, afirma Mons. Diarra. “El Evangelio contribuye al desarrollo integral de las personas y viceversa el desarrollo ayuda a anunciar el Evangelio. Me acuerdo haber visitado un dispensario administrado por una orden religiosa en la foresta. Una estructura indispensable para miles de personas. Pregunté al personal que servía: “¿Por qué lo hacéis? ¿Decís a vuestros pacientes por qué los curáis?”. Recibí respuestas un poco reticentes, como si tuviesen el pudor de no chocar con la sensibilidad de quien no es católico. Les recordé que es necesario decir claramente que es el espíritu evangélico lo que nos anima: nosotros no queremos imponer nuestra fe a nadie pero queremos anunciarla. La Iglesia no es una organización no gubernamental, sino que está al servicio del Anuncio de la Palabra”.
En su obra por iluminar con la luz del Evangelio la sociedad civil de Malí, los Obispos publicaron una Carta Pastoral con ocasión de las recientes elecciones Presidenciales (ver Fides 2 de mayo de 2007). “Hemos recogido en un volumen intitulado ‘La palabra de los Obispos’ los documentos producidos por la Conferencia Episcopal en los últimos 20 años”, explicó Mons. Diarra. “Se trata de un signo de la atención de la Iglesia de Malí por el bien común. Como Obispos participamos activamente a la asociación que reúne a los líderes religiosos del país, musulmanes, católicos y protestantes. En diversas ocasiones hemos hecho oír nuestra opinión de líderes religiosos sobre temáticas que se refieren a la vida nacional, como, por ejemplo, sobre la cuestión del SIDA. También esto es uno de los tantos modos para anunciar, en forma indirecta, el Evangelio”, concluyó el Presidente de la Conferencia Episcopal de Malí. (L.M.) (Agencia Fides 16/5/2007 líneas 49 palabras 692)


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