AFRICA/CONGO RD - Mas de tres mil casos de violencia sexual en el este del Congo; un programa del Jesuit Refugee Service para asistir a las víctimas

lunes, 7 mayo 2007

Kinshasa (Agencia Fides) - “Antes de que vuestro trabajo haya acabado, es necesario romper la barrera del silencio que rodea el problema. El miedo a la revancha, la falta de confianza en el sistema legal y el temor de ser rechazadas por la propia comunidad desalienta a las víctimas de dar los pasos necesarios para poner fin a sus sufrimientos”, afirma Nicolas Clemesac, del Jesuit Refugee Service de la región de los Grandes Lagos, presentando un programa de acción contra la violencia sexual en el área.
Según un comunicado del JRS enviado a la Agencia Fides, los casos denunciados de violencia sexual han aumentado de los 2077 del 2005 a los 3709 del año pasado. Sólo en la provincia nororiental del Bajo Uele se han contado 64. Se trata de una tendencia en aumento, a pesar de una situación de seguridad en vías de normalización y de la obra llevada adelante por la comunidad internacional y por las Organizaciones No Gubernamentales de Kisangani, que tiene como objetivo la sensibilización de la población, el perfeccionamiento del sistema jurídico y el ejercicio de presiones sobre las autoridades públicas.
Las dimensiones del fenómeno de la violencia sexual han inducido el equipo del JRS a tomar parte activa en la obra de lucha contra este problema. En abril, el JRS decidió de intervenir en la zona de Wanie-Rukula (área rural de Kisangani) dando asistencia en cuatro ambulatorios. Por la presencia de ricas minas de diamante y por su cercanía a grandes ríos e importantes aeropuertos, Kisangani representa una de las áreas más afectadas por el conflicto y ha sido varias veces saqueada. Se trata de un problema complejo: la violencia sexual tiene implicancias de naturaleza sanitaria, psico-social, jurídica y legal. Solamente una aproximación integral puede dar resultados concretos. El Fondo de las Naciones Unidas para la Población ha adoptado una aproximación multisectorial, reagrupando a todas las organizaciones comprometidas en la lucha contra la violencia sexual y de género. En la zona de Wanie-Rukula, el JRS trabaja junto con otras organizaciones que tratan de responder a las exigencias específicas de las víctimas de violencia sexual, optando por concentrar su acción en el aspecto sanitario. En la zona se encuentran importantes yacimientos de diamantes que atraen a buscadores y a personas sin escrúpulos, que recurren frecuentemente a la violencia.
El programa del JRS prevé la formación de enfermeras para evaluar las necesidades específicas de las víctimas de la violencia, en modo de adaptar los cuidados a los casos particulares. Serán formados comités adecuados para alentar a las víctimas a denunciar los actos de violencia y empujar a las comunidades locales a prevenirlos.
El JRS constituirá asimismo grupos de escucha para asistir a las mujeres y a los niños víctimas de los abusos sexuales. Compuestos de al menos tres mujeres, los grupos se ocuparán de enviar las víctimas a las estructuras adecuadas para recibir asistencia legal, psicológica y médica. Si localmente no se dispone de estas estructuras, los grupos podrán financiar su transporte a Kisangani. (L.M.) (Agencia Fides 7/5/2007 líneas 41 palabras 531)


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