VATICANO - El Papa Benedicto XVI continúa con la catequesis sobre Orígenes en la audiencia general, subrayando la actualidad de sus enseñanzas sobre la oración y sobre la Iglesia.

jueves, 3 mayo 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Las enseñanzas de Orígenes sobre la oración y sobre la Iglesia han sido el tema de la catequesis desarrollada por el Santo Padre Benedicto XVI durante la audiencia general del miércoles 2 de mayo. Retomando el discurso iniciado la semana anterior sobre “el gran maestro alejandrino”, el Papa ha subrayado que Orígenes “entrelaza constantemente su producción exegética y teológica con experiencias y sugerencias relativas a la oración. A pesar de toda su riqueza teológica de pensamiento, no es un tratado meramente académico; siempre se fundamenta en la experiencia de la oración, del contacto con Dios. Desde su punto de vista, la comprensión de las Escrituras exige, no sólo estudio, sino intimidad con Cristo y oración. Está convencido de que el camino privilegiado para conocer a Dios es el amor, y que no existe un auténtico «conocimiento de Cristo» sin enamorarse de él.”
Orígenes desarrolló un “papel primordial” en la historia de la “lectio divina”. “El obispo Ambrosio de Milán, que aprenderá a leer las Escrituras con las obras de Orígenes, la introduce después en Occidente para entregarla a Agustín y a la tradición monástica sucesiva.” El nivel más elevado del conocimiento de Dios, según Orígenes, brota del amor. Lo mismo sucede entre los hombres - continuó el Pontífice -: uno sólo conoce profundamente al otro si hay amor, si se abren los corazones. Para demostrar esto, él se basa en un significado que en ocasiones se da al verbo «conocer» en hebreo, es decir, cuando se utiliza para expresar el acto del amor humano: «Conoció el hombre a Eva, su mujer, la cual concibió» (Génesis 4,1). De este modo se sugiere que la unión en el amor produce el conocimiento más auténtico. Como el hombre y la mujer son «dos en una sola carne», así Dios y el creyente se hacen «dos en un mismo espíritu». De este modo, la oración del padre apostólico de Alejandría toca los niveles más elevados de la mística.”
Después el Santo Padre ha retomado la enseñanza de Orígenes sobre la Iglesia, y más precisamente sobre el sacerdocio común de los fieles. La pureza y la honestidad de la vida, la fe y el conocimiento de las Escrituras, son las condiciones indispensables para el ejercicio del sacerdocio universal, que exige pureza y honestidad de vida, fe y conocimiento de las Escrituras. “Con más razón aún estas condiciones son indispensables, evidentemente, para el ejercicio del sacerdocio ministerial. Estas condiciones -conducta íntegra de vida, pero sobre todo acogida y estudio de la Palabra- establecen una auténtica «jerarquía de la santidad» en el sacerdocio común de los cristianos. En la cumbre de este camino de perfección, Orígenes pone el martirio.” Benedicto XVI ha concluido, por tanto, su catequesis recordando que este “inagotado camino de perfección” delineado por Orígenes, “se refiere a todos nosotros” siempre que “la mirada de nuestro corazón” se dirija a la contemplación de la Sabiduría y de la Verdad que es Jesucristo.(S.L.) (Agencia Fides 3/5/2007)


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