VATICANO - El Papa Benedicto XVI ordena a 22 sacerdotes: "que la certeza de que Cristo no nos abandona y que ningún obstáculo podrá impedir la realización de su universal diseño de salvación sea por vosotros motivo de constante consuelo y de inquebrantable esperanza"

lunes, 30 abril 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "El Sacramento del orden que estáis a punto de recibir os hará partícipes de la misma misión de Cristo; seréis llamados a esparcir la semilla de su Palabra - la semilla que lleva en si el Reino de Dios -, a dispensar la divina misericordia y a nutrir a los fieles en la mesa de su Cuerpo y de su Sangre". Con estas palabras se ha dirigido el Santo Padre Benedicto XVI a los 22 diáconos de la Diócesis de Roma a los que ha conferido la ordenación presbiteral durante la Santa Misa celebrada en la Basílica Vaticana el 29 de abril, IV domingo de Pascua y 44º Jornada Mundial de oración por las Vocaciones. Con el Papa han concelebrado el Card. Camillo Ruini, Vicario General de Su Santidad para la Diócesis de Roma, los Obispos Auxiliares, los Superiores de los Seminarios y los párrocos de los ordenandos.
El Santo Padre ha evidenciado la "densidad teológica" del pasaje evangélico del que toma el nombre este domingo: Jesús habla como de si como del Buen Pastor que da la vida eterna a sus ovejas (cfr Jn 10,28). "Esa del pastor es una imagen bien arraigada en el antiguo Testamento y amada en la tradición cristiana" ha afirmado el Papa subrayando que el título de "pastor de Israel" posee una indudable relevancia mesiánica, en cuanto "Jesús es el verdadero Pastor de Israel… Significativamente al término "pastor" el evangelista añade el adjetivo kalós "bello", que únicamente utiliza en referencia a Jesús y a su misión… Cristo es el auténtico Buen Pastor que dio la vida por sus ovejas - por nosotros - inmolándose en la Cruz. Él conoce sus ovejas y sus ovejas lo conocen, como el Padre le conoce a Él y Él conoce al Padre. No se trata de mero conocimiento intelectual, sino de una relación personal profunda; un conocimiento de corazón, propia de quien ama y de quien es amado; de quien es fiel y de quien sabe a su vez que puede fiarse”.
Dirigiendo luego a los Ordenandos, Benedicto XVI les ha dicho: "la certeza de que Cristo no nos abandona y de que ningún obstáculo podrá impedir la realización de su universal diseño de salvación debe ser para vosotros motivo de constante consuelo - también en los días dificiles - y de inquebrantable esperanza. La bondad del Dios siempre está con vosotros y es fuerte". Después ha recordado a los futuros presbiterios que para ser dignos ministros del Señor es necesario nutrirse "continuamente de la Eucaristía, fuente y cumbre de la vida cristiana". Refiriéndose a la primera Lectura - "Los discípulos estaban llenos de alegría y de Espíritu Santo" (13,52) -, el Papa ha subrayado: "A pesar de las incomprensiones y de las diferencias, el apóstol de Cristo no pierde la alegría, antes bien es el testigo de esa alegría que mana del estar con el Señor, del amor por Él y por los hermanos". La Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones este año tiene como tema "vocación al servicio de la Iglesia comunión", por ello, el Papa ha invitado a rezar durante la homilía "para que quienes son elegidos a misión tan alta reciban la ayuda de la orante comunión de todos los fieles" y "para que crezca en cada parroquia y comunidad cristiana la atención por las vocaciones y por la formación de los sacerdotes: esta comienza en la familia, continúa en el seminario e implica a todos los que tienen los que se preocupan por la salvación de las almas". (S.L) (Agencia Fides 30/4/2007; Líneas: 39 Palabras: 635)


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