VATICANO - “Quien encuentra a Jesús resucitado y se confía en Él dócilmente no tiene nada que temer. Es este el mensaje que los cristianos están llamados a difundir hasta los extremos confines del mundo”: Benedicto XVI en el Regina Caeli desde Castelgandolfo el Lunes de Pascua

miércoles, 11 abril 2007

Castel Gandolfo (Agencia Fides) - La profunda “alegría espiritual” que brota de las solemnes celebraciones de Pascua, el “gozo inexpresable” que sienten María Magdalena y la otra María al ver a su Señor resucitado, la necesidad de que todos los cristianos difundan “hasta los extremos confines del mundo” el anuncio de la Resurrección, fueron los temas que el Santo Padre Benedicto XVI propuso a los fieles y peregrinos reunidos en el cortil del Palacio Apostólico de Castelgandolfo para la oración del Regina Cæli el Lunes de Pascua, 9 de abril.
“Aún estamos llenos por la alegría espiritual que las solemnes celebraciones de la Pascua traen al corazón de los creyentes. ¡Cristo ha resucitado! A tan grande misterio la liturgia dedica no solamente un día, sino cincuenta días, es decir, el todo el tiempo pascual, que concluye con Pentecostés” dijo Benedicto XVI en su discurso antes de la oración mariana. Recordó el pasaje evangélico de la liturgia del día, que describe la visita al sepulcro de Jesús por parte de María Magdalena y la otra María: el Señor resucitado viene a su encuentro y dice: “No teman; avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán” (Mt 28, 10). “Fue verdaderamente un gozo inexpresable el que sintieron al ver nuevamente a su Señor - prosiguió el Santo Padre- y, llenas de entusiasmo, corrieron a decírselo a los discípulos. También nosotros, hoy, como a estas mujeres que permanecieron junto a Jesús durante la Pasión, el Resucitado nos repite no tener miedo de hacernos mensajeros del anuncio de su resurrección. Quien encuentra a Jesús resucitado y se confía en Él dócilmente no tiene nada que temer. Es este el mensaje que los cristianos están llamados a difundir hasta los extremos confines del mundo. La fe cristiana no nace del acoger una doctrina, sino del encuentro con una Persona, con Cristo muerto y resucitado”. El Papa destacó como, en nuestra existencia cotidiana, “son tantas las ocasiones para comunicar a los demás nuestra e en modo simple y decidido. Y es urgente que los hombres y las mujeres de nuestros tiempos conozcan y encuentren a Jesús y, gracias también a nuestro ejemplo, se dejen conquistar por Él”. Invitando a contemplar a María “mientras se alegra más que cualquiera al abrazar a su divino Hijo, a quien abrazó cuando fue depuesto de la Cruz”, el Papa pidió su intercesión “para que mantenga viva la fe en la resurrección en cada uno de nosotros y nos haga mensajeros de la esperanza y del amor de Cristo resucitado” (S.L.) (Agencia Fides 11/4/2007; líneas 31, palabras 467)


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