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Maputo (Agencia Fides)- La explosión de un deposito de municiones cerca del aeropuerto de Maputo, capital de Mozambique (ver Fidel 23 de marzo de 2007), ha provocado 100 muertos y 492 heridos. Otras 200 personas han perdido la casa. Un trágico balance para un país que quiere dejar definitivamente atrás los lutos de la guerra civil del 1975-1992, pero que no logra aún liberarse de ese doloroso pasado.
Ayer, domingo 25 de marzo, en todas las iglesias del país se ha rezado por las víctimas. El Papa Benedicto XVI ha enviado un telegrama al Arzobispo de Maputo, Mons. Francisco Chimoio, en el que expresa su dolor por la trágica explosión del arsenal militar y ofrece sus oraciones y su “cercanía espiritual” a las víctimas y a sus familiares. El Santo Padre pide también que se brinde “la necesaria asistencia” en este momento de prueba a cuantos necesitan de cuidados.
En el arsenal que explosionó se guardaban viejas municiones de los años ’70 y ’80 acumuladas durante la fase más delicada de la guerra civil entre el FRELIMO (Frente de Liberación del Mozambique) y la RENAMO (Resistencia Nacional del Mozambique). Una herencia que, junto a las minas dejadas sin explotar en el terreno, todavía condiciona el futuro de las jóvenes generaciones que han tenido la fortuna de no haber conocido los horrores de la guerra.
Mozambique llora sus muertos y al mismo tiempo que crecen las polémicas en relación a ese depósito de armas rodeado por una barriada que ha crecido de manera desordenada. La población se pregunta cuales eran las condiciones se seguridad de la estructura y si fue suficiente la ola de calor (38-39 grados centígrados) para provocar la explosión, y porqué las obsoletas y peligrosas municiones no habían sido destruidas o transferidas a un lugar más seguro. El gobierno ha decretado tres días de luto nacional y ha creado una comisión independiente de investigación. (L.M.) (Agencia Fides).
