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Loeches (Agencia Fides) - “Hemos salido ya hacia nuestros destinos, desde una experiencia cierta de la presencia de Dios y un nuevo envío misionero a toda la Fraternidad” afirma Teresa Rodríguez, miembro de la Fraternidad Misionera en un texto enviado a la Agencia Fides, al termino del Tercer Congreso General de la Fraternidad Misionera Verbum Dei. Con la misa de clausura y la bendición de una imagen de la Virgen de la Misericordia finalizó el miércoles 14 de febrero el Congreso que se ha realizado en el Centro de Evangelización Misionera en Loeches, Madrid, con el lema “Un carisma al servicio de la Palabra” (ver Fides 29/1/2007). En el Congreso que comenzó el pasado 17 de enero, fecha de la celebración del 44º Aniversario de su fundación, han participado 67 representantes de los cinco continentes y de países muy diversos. Además, han estado también presentes el Fundador el Rvdo. P. Jaime Bonet Bonet, y el Asistente de Gobierno, el Rvdo. P. Miguel Ángel Orcasitas, O.S.A., nombrado por la Congregación para la Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
Al final del Congreso se ha enviado a los miembros de la Fraternidad un Mensaje, que es fruto del sentir de cada congresista, “un mensaje vivo, de misioneros que salen a los cinco continentes convencidos de que la Palabra de Dios como espada afilada, da vida eterna y quien la escucha y la acoge, conoce a Dios y no puede menos que consagrarse a él y darle a conocer”.
“Ha sido un congreso para saborear el carisma y el sentido de nuestra identidad y pertenencia en torno a lo esencial, y con ánimo para proyectar en común un futuro de expansión misionera”, afirman los congresistas reconociendo “la intervención de Dios en la historia de la Fraternidad en los últimos seis años”. “La oración diaria, en torno al lema “Verbum Dei, un carisma al servicio de la Palabra” - continua el Mensaje - nos ha reconfortado, unido y unificado. Dios nos ha ido hablando, abriendo nuestros oídos a su escucha, y prendiendo en nosotros el fuego de la misión. Estamos a punto para volver a echar las redes y creer en nuestro carisma y en la eficacia de la oración y predicación”. También, según afirman los participantes, ha sido un momento para hacer rebrotar el valor y la fuerza de la eclesialidad con vitalidad sorprendente, reconociendo a las “tres Ramas unidas fuertemente en la consistente cuerda de la “eclesialidad” y reconociendo en todos “la misma llamada, identidad y misión que unifica a los miembros de la Fraternidad en el mismo carisma”.
El Congreso ha sido como una especie de nuevo Pentecostés, donde la presencia del Espíritu “nos ha renovado la conciencia de ser Iglesia, la necesidad de ser ayudados por ella y la urgencia de vivir y aportar nuestro carisma responsablemente”. Los congresistas se manifiestan dispuestos a fomentar en ellos “una “cultura de corresponsabilidad”, con mayor participación, compromiso y conciencia de pertenecer a la generación fundacional” y reconociendo que los signos de los tiempos demandan de ellos “una fidelidad creativa, para custodiar y transmitir a nuevas generaciones, el carisma de la Palabra de Dios, que tiene poder de hacer nuevas todas las cosas, y recrear hoy una nueva humanidad”.
“Estamos seguros de poder vivir el post-congreso - concluye el Mensaje - como un tiempo favorable para reavivar la dinámica interior del carisma, verificar nuestra vitalidad contemplativa, fraterna y apostólica y proyectar la Fraternidad, poniendo al día nuestro carisma al servicio de la Palabra”. (RG) (Agencia Fides 16/2/2007 Líneas: 44 Palabras: 613)
