ASIA/VIETNAM - La labor de las diócesis católicas para afrontar las nuevas fragilidades de las familias y los matrimonios

domingo, 28 diciembre 2025 iglesias locales   familia   matrimonio   divorcio  

por Andrew Doan Thanh Phong

Hanoi (Agencia Fides) – «El matrimonio no puede durar mucho tiempo si no se cultiva cada día», ha afirmado el sacerdote Pietro Nguyen Van Truong al dirigirse a los participantes del 92.º “Curso de Renovación del Matrimonio”.
El curso se ha celebrado en la parroquia de Sam Son, en la diócesis de Thanh Hoa, en el centro de Vietnam, del 21 al 23 de noviembre, y ha contado con la participación de 50 parejas vietnamitas, no solo católicas, procedentes también de otros países.

Hasta la fecha, se han organizado 92 cursos de “Renovación del Matrimonio”, dirigidos específicamente a parejas casadas de distintas comunidades religiosas, promovidos por los Comités Diocesanos de Pastoral Matrimonial y Familiar, activos en parroquias de todo el país.

Los cursos tienen como finalidad acompañar a las parejas católicas en el proceso de redescubrir el matrimonio como un don sagrado y un Sacramento instituido por Dios. Las sesiones abordan habitualmente las dificultades a las que se enfrentan las familias en la vida moderna, así como el papel y la misión de la familia en la vivencia de la fe.
Durante los encuentros, las parejas escuchan testimonios directos de experiencias cotidianas y comparten reflexiones en un clima de diálogo abierto. Muchas de ellas se han mostrado profundamente conmovidas por las historias compartidas por otras familias.

Estas iniciativas pastorales responden también a los profundos cambios que atraviesa la sociedad vietnamita contemporánea. «En el contexto de la globalización, la urbanización, el desarrollo tecnológico y el cambio de mentalidad de las nuevas generaciones – ha explicado Truong Van Thom, participante en el curso de la diócesis de Danang – la concepción del matrimonio en Vietnam está experimentando transformaciones significativas. En el pasado, el divorcio se percibía como una pérdida frente a la posibilidad de alcanzar la felicidad. Hoy, en cambio, muchas personas creen que podrán llevar una vida mejor después de una separación. Esta visión lleva a algunos a poner fin voluntariamente a su vida conyugal en busca de una nueva felicidad».

Los datos del censo de población y vivienda de mediados de 2024 indican que las personas divorciadas o separadas representan alrededor del 2,6 % de la población mayor de 15 años, lo que equivale a aproximadamente 2.225.000 personas en todo el país.
Dentro de este panorama, las dos mayores ciudades de Vietnam, Ciudad Ho Chi Minh (263.300 personas) y Hanoi (146.400), presentan las tasas de divorcio más elevadas.
«Se trata de un dato alarmante que pone de manifiesto la fragilidad del matrimonio en nuestra sociedad actual», ha señalado Nguyen Thi Tam, representante de la Asamblea Nacional, durante la sesión parlamentaria celebrada en la mañana del 9 de diciembre de 2025.

Según los expertos en matrimonio y familia, los roles de esposo y esposa dentro de la estructura familiar vietnamita han cambiado de forma considerable, y la imagen ideal del matrimonio es hoy muy distinta a la del pasado.

Tradicionalmente, la esposa se ocupaba principalmente de las tareas domésticas y del cuidado de la familia, mientras que el esposo asumía el sustento económico. En la actualidad, las mujeres disponen de mayores oportunidades laborales y de una vida social más amplia, lo que incrementa también la posibilidad de tensiones entre los valores familiares tradicionales y las nuevas dinámicas asociadas a la modernidad. A ello se suma el hecho de que muchos miembros de las familias dedican un tiempo excesivo al uso del teléfono móvil y de las redes sociales, en detrimento de las relaciones familiares.

Para evitar que el divorcio sea considerado una “solución”, prevenir las crisis conyugales y reducir sus consecuencias negativas -especialmente en los hijos-, los expertos aconsejan a las parejas prepararse con seriedad para la vida matrimonial, por ejemplo mediante la participación en cursos de preparación al matrimonio y el esfuerzo por equilibrar adecuadamente la vida social y la vida familiar.

En el artículo «Valores culturales y éticos del matrimonio y de la familia católica en el Vietnam actual», publicado en el Journal of Religious Studies, la doctora Do Thi Ngoc Anh subraya que «en el contexto de los complejos cambios que afectan hoy al matrimonio y a la vida familiar, debe reconocerse que la visión católica del matrimonio como un vínculo libre y voluntario entre un hombre y una mujer, llamados a vivir juntos para toda la vida, es positiva y ampliamente aceptada». Y añade: «Los católicos vietnamitas, en su reverencia a Dios, mantienen su vínculo conyugal y lo consideran una gracia recibida. Más allá de los sentimientos personales, esposo y esposa están llamados a cuidar la educación de los hijos, eligiendo con atención sus palabras, su comportamiento y su estilo de vida, para ofrecer un ejemplo a hijos y nietos».

Los matrimonios católicos en Vietnam son, en general, más estables y registran menos divorcios que los matrimonios no católicos, en coherencia con lo que afirma Jesús en el Evangelio de Mateo: «Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre» (Mt 19,6).
(Agencia Fides 28/12/2025)


Compartir: