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Phnom Penh (Agencia Fides) – “Los jóvenes fieles de Camboya han vivido una explosión de alegría el 8 de mayo, al conocer que tenemos un Papa, Pastor de la Iglesia universal. Para ellos y para todos los camboyanos, su presencia como Buen Pastor es fuente de valor, alegría y comunión”. Así lo expresa Mons. Olivier Schmitthaeusler, Vicario Apostólico de Phnom Penh, en un mensaje enviado a la Agencia Fides, reflejando los sentimientos de los fieles camboyanos ante el inicio del ministerio del Papa León XIV.
“Nos ha conmovido el lema elegido: “En Aquel que es uno, nosotros somos uno”, y el hecho de que haya comenzado su pontificado con el saludo de Cristo resucitado: “La paz esté con vosotros”. Sentimos que ese saludo de paz nos ha llegado también a nosotros, fieles camboyanos”, afirma el Vicario Apostólico.
Mons. Schmitthaeusler recuerda que la elección del Papa coincidió con una peregrinación de 300 jóvenes camboyanos en el marco del Año Jubilar. “Con ellos tratamos de acoger en el corazón la voz de Jesús: ‘Venid y veréis’. Como peregrinos de la esperanza, atravesamos la Puerta Santa, rezamos la Coronilla de la Misericordia, recordamos a nuestros mártires y nos encomendamos a María, nuestra Madre. Dimos gracias por el Papa León XIV y pedimos al Señor que lo colme de su gracia para que pueda guiarnos e iluminarnos en este mundo oscurecido por la guerra, el consumismo y el egoísmo”.
“La Iglesia camboyana está hoy de fiesta y llena de esperanza. Somos una pequeña comunidad que camina por los senderos del Evangelio con coraje, alegría y confianza”, añade. “El Señor, a través del liderazgo del Papa León, nos da fuerza para superar las dificultades, las miserias de la vida, las injusticias del mundo. Nos recuerda que no debemos dudar del amor y de la misericordia de Dios”.
“Llevamos en el corazón la alegría del bautismo, la alegría de los jóvenes, la alegría de ser amigos de Jesús, de pertenecer a la Iglesia en Camboya, de tener un nuevo Pastor, de contar con María como Madre”, concluye Mons. Schmitthaeusler. “Gozamos de la comunión con Dios: somos uno en Él, con el Santo Padre y con toda la Iglesia universal, con nuestros sacerdotes, comunidades parroquiales y hermanos y hermanas, porque somos una familia amada y elegida por Dios junto a nuestro pueblo”.
(PA) (Agencia Fides 22/5/2025)
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