ÁFRICA/SUDÁN - El gobierno sudanés rechaza el despliegue de los Cascos Azules en Darfur, pero la prensa local es más conciliadora

viernes, 1 septiembre 2006

Jartum (Agencia Fides)- “Al inicio yo también estaba en duda sobre la intervención de las tropas de la ONU en Darfur porque conocía la oposición del gobierno y de una parte de la población sudanesa. Pero luego ante el deteriorarse de la situación humanitaria me convencí de la necesidad de una acción más enérgica de la que hasta hoy ha sido llevada a cabo” dice a la Agencia Fides Mons. Antonio Menegazzo, Administrador Apostólico de la diócesis de El Obeid, en Sudán, después de la adopción de la resolución que prevé el despliegue de una fuerza ONU reforzada en Darfur.
El gobierno de Jartum ha rechazado la resolución 1706 adoptada ayer por el Consejo de seguridad, que prevé el envío de cascos azules suplementarios a Darfur, región del oeste de Sudán lacerada por la guerra y la carestía. “Tenemos algunas opciones y planes para hacer frente a la intervención internacional”, ha declarado el Vicepresidente Ali Osman Taha. “En realidad, en la prensa sudanés han aparecido diversos artículos que se abren al despliegue de las tropas de la ONU” dice Mons. Menegazzo. “El gobierno sudanés ha rechazado siempre la hipótesis de intervención de las Naciones Unidas y no puede por lo tanto aceptarlo sin preparar antes a la opinión pública. Creo por lo tanto que se podrá encontrar un compromiso con el que Jartum permitirá al final el envío de los Cascos Azules”.
La resolución 1706 prevé el aumento de los efectivos de la Misión ONU en Sudán (UNMISS) de 12.273 cascos azules (actualmente desplegados en el sur del país) a 17.300 soldados y 3.300 policías para dar ayuda a la misión de la Unión Africana (UA) en Darfur.
Desde el 2005 los 7 mil hombres de la UA desplegados en Darfur, cuyos financiamientos terminarán a fines de setiembre no han logrado controlar nunca la región. Desde hace tres años la guerra civil ha provocado 300 mil muertos y casi 2 millones de refugiados. En el banco de los acusados se encuentra la milicia árabe de los Janjaweed, responsable de la mayor parte de las masacres contra la población civil. La nueva fuerza deberá verificar el respeto de los frágiles acuerdos de paz firmados en mayo entre el gobierno sudanés y dos grupos de rebeldes y ayudar a las autoridades locales a controlar la situación. Para superar la oposición del gobierno sudanés el mandato de la ONU ha reafirmado el pleno respeto “de la soberanía, de la unidad, de la independencia y de la integridad territorial de Sudán, que no es puesta en peligro por el traspaso de las operaciones a las Naciones Unidas”.
Darfur ha sido un Sultanado independiente hasta el 1917 antes de ser incorporado en Sudán. La rebelión surgida en los últimos tres años ha sido llevada a cabo principalmente por el Ejército de Liberación de Sudán (SLA), el Movimiento por la Justicia y la equidad (JEM) y el minoritario Movimiento Nacional por la Reforma y el Desarrollo (MNRD). Se pide una mayor autonomía y una repartición equitativa de los recursos, especialmente las petrolíferas. Además del petróleo el subsuelo contiene importantes yacimientos de uranio y de cobre. Asimismo la crianza de ganado bovino (con millones de cabezas) es una de los principales recursos de la región. (L.M.) (Agenzia Fides 1/9/2006 righe 40 parole 484)


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