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Kampala (Agencia Fides)- “El acuerdo llegó después de una serie de tratativas cerradas a través de las cuales el equipo de mediadores ha logrado acercar las posiciones de las dos partes” dice a la Agencia Fides Fabio Riccardi, representante de la Comunidad de San Egidio en el equipo de mediadores internacionales por la paz en el Norte de Uganda. El 26 de agosto fue firmado en Juba el acuerdo bilateral para el cese de las hostilidades entre el Gobierno Ugandés y el Ejército de Resistencia del Señor (LRA, ver Fides 28 de agosto de 2006). El cese al fuego entró en vigor ayer, 29 de agosto.
Se trata de un resultado esperado desde hace años y que hasta hace algún tiempo parecía muy difícil de alcanzar. “Hay diversas razones que han llevado al acuerdo” dice Riccardi. “En primer lugar, la guerrilla del LRA se encuentra objetivamente en dificultad. El ejército ugandés está presente con fuerza en el norte de Uganda, pero también en el sur de Sudán, tradicional vía trasera del movimiento. Gracias a un acuerdo con las autoridades sudanesas, en efecto, Kampala fue autorizada a desplegar en Sudán meridional hasta 10 mil militares que han obligado al LRA a buscar refugio en el norte de la República Democrática de Congo, donde la guerrilla ugandés se encuentra en una situación difícil”.
“Otro factor que ha contribuido a dar la vuelta a la situación fue el cambio de la posición del gobierno ugandés” continúa el representante de la Comunidad de San Egidio. “Al inicio de los negociados los representantes del gobierno de Kampala se presentaron con una posición intransigente, que pedía un rendimiento incondicionado a la guerrilla. Luego, gracias también a los esfuerzos de nosotros mediadores, el gobierno ugandés ha demostrado una mayor flexibilidad. En efecto podemos decir que el texto del acuerdo firmado el 26 de agosto acoge diversos pedidos del LRA”.
“Debe tomarse nota por último del equipo de mediadores que ha obrado en modo activo para llegar a este resultado” dice Riccardi. “En particular el gobierno de Sudán de Sur ofreció el apoyo logístico y se comprometió asimismo a garantizar los acuerdos de paz asegurando la protección de las áreas donde deberán concentrarse los miembros del LRA”. En lo que se refiere al papel llevado a cabo por los representantes de la Comunidad de San Egidio, Riccardi afirma que “junto a los demás miembros del equipo de mediadores, nuestro papel ha sido el de ir y venir entre las partes y el de asistirlas en la redacción del borrador de resolución. Desde hace 7-8 años estamos comprometidos para tratar de encontrar una solución al dramático conflicto del Norte de Uganda. Agradecemos a la Iglesia local que nos alentó en nuestros esfuerzos. Quisiera recordar en modo particular al Arzobispo de Gulu, mons. John Baptist Odama, que tanto ha hecho y está haciendo para traer de nuevo la paz y asistir a las víctimas de la guerra”.
El conflicto, que desde hace unos veinte años afecta el norte de Uganda y la parte meridional de Sudán, ha provocado más de un millón y medio de refugiados y decenas de miles de víctimas entre la población civil. (L.M.) (Agencia Fides 30/8/2006)
