Kampala (Agencia Fides)- “Es una esperanza concreta de paz, aunque es necesario ser prudentes porque el camino hacia el acuerdo definitivo parece todavía muy larga” dice a la Agencia Fides una fuente de la Iglesia local de Kampala, capital de Uganda, luego de los recientes acuerdos entre el gobierno ugandés y el Ejército de Resistencia del Señor (LRA).
El 26 de agosto, el gobierno ugandés y los rebeldes del Ejército de Resistencia del Señor han firmado en Juba, capital de Sudán del Sur, un acuerdo de cese al fuego. La suspensión de las hostilidades ha sido sellada por el Ministro del Interior ugandés, Ruhakana Rugunda, y por el jefe de la delegación del LRA, Martin Ojur.
El tratado prevé el cese de las hostilidades el 29 de agosto y el reagrupamiento en tres semanas de los rebeldes en dos áreas protegidas de Sudán del Sur bajo el monitoreo del ejército sudanés del sur.
El acuerdo será sometido a la verificación de una comisión mixta con dos representantes de cada una de las partes, dos de la Unión Africana y uno del ejército del Sudán del Sur. La comisión referirá al equipo de mediación guiado por el vicepresidente sudanés del sur Riek Machar, del cual forma parte asimismo la comunidad de San Egidio.
Actualmente los milicianos del LRA se encuentran divididos en dos grupos: uno en el norte de Uganda, el otro en la parte septentrional de la República Democrática de Congo, al confín con Sudán.
Los negociados de paz comenzaron el pasado 14 de julio y sufrieron una imprevista aceleración a mitad de agosto. “Diversos factores contribuyeron a hacer posible este primer tratado” afirman las fuentes de Fides. “En primer lugar, se realizó el establecimiento del gobierno de la región autónoma del Sur meridional, donde los rebeldes ugandeses desde hace años tienen sus bases. Los ejecutivos de Uganda y Sudán del sur tienen muy buenas relaciones y el gobierno de Juba ha ejercido presiones sobre el LRA para que se sentase en la mesa de tratado, y al mismo tiempo se ofreció como mediador. En segundo lugar la comunidad internacional acentuó los esfuerzos sobre el gobierno de Kampala y sobre la guerrilla para llegar a la paz en el norte de Uganda. Como tercer elemento, finalmente, la dirigencia del LRA es buscada por el Tribunal Penal Internacional por los crímenes contra la población civil en los 20 años de guerra. Los líderes de la guerrilla buscan ahora negociar una vía de salida ofreciendo la paz a cambió de la inmunidad. Está claro que este último es uno de los puntos más controversiales para llegar a la paz definitiva. Para esto es necesario prudencia y continuar a apoyar los esfuerzos de paz con la paz”.
La Comunidad de San Egidio que participa en la mediación, en un comunicado enviado a la Agencia Fides define los acuerdos del 26 de agosto “un significativo paso adelante hacia un acuerdo de paz final, obtenido gracias al trabajo que desde hace más de dos meses ve involucrada en los Juba Talk Peace a la Comunidad de San Egidio y al GOSS (Gobierno de Sudán del Sur)”.
El conflicto, que desde hace unos veinte años afecta el norte de Uganda y la parte meridional de Sudán, ha provocado más de un millón y medio de refugiados y decenas de miles de víctimas en la población civil. (L.M.) (Agencia Fides 28/8/2006)