ASIA/INDONESIA - Terremoto en Java. Se dispara la red de solidaridad católica. Destruida la Iglesia de Cristo Rey en Yogyakarta

sábado, 27 mayo 2006

Yogyakarta (Agencia Fides) - “Esta mañana estaba celebrando la Eucaristía cuando hemos advertido un fuerte movimiento sísmico y toda la gente ha huido fuera de la Iglesia. Ahora, a nuestro alrededor, no hay más que devastación, miedo, desesperación. Tratamos de hacer todo lo que podemos para ayudar a quien tiene necesidad. En los próximos días continuaremos rezando por las víctimas y por las familias que han perdido algún ser querido. Y pondremos en marcha iniciativas de solidaridad, poniendo a disposición de los prófugos y de los heridos todas nuestras estructuras. También Caritas Yogyakarta está organizando ayudas. Sabemos que la Iglesia católica de Cristo Rey en Yogyakarta ha sido fuertemente dañada. Ahora no debemos desanimarnos sino tratar de infundir esperanza en la población, trabajando junto con las autoridades”. Así ha descrito la situación el P. Rudy Rehkito, misionero indonesio de los Oblatos de María Inmaculada, a pocas horas del inesperado y violento terremoto que ha asolado esta mañana, 27 de mayo, la isla indonesia de Java.
El epicentro del terremoto, de 6,2 grados de la escala Richter, se registró en la parte central de la isla, en la zona de la ciudad de Yogyakarta. El primer balance provisional de las víctimas habla de más de 2.300 muertos y millares de heridos.
Las primeras ayudas, realizadas por los cuerpos militares y civiles preparados por el gobierno trabajan para sacar de debajo de los escombros a los heridos y conducirlos a los hospitales. Pero, según refieren fuentes locales, las estructuras sanitarias de la zona están ya llenas y no pueden acoger más heridos. El terremoto ha provocado en la gente el miedo a un nuevo tsunami; por eso muchos habitantes de la zona han dejado la ciudad y las zonas costeras y se han dirigido hacia el interior, a las áreas montañosas.
Algunas zonas han quedado sin energía eléctrica, mientras que carreteras y comunicaciones se han interrumpido y el aeropuerto de Yogyakarta ha sido cerrado. El presidente indonesio Susilo Bambang Yudhoyono ha ordenado al ejercito que colabore en la evacuación de las víctimas.
Inmediatamente se han puesto en marcha las organizaciones no gubernamentales así como la Iglesia local que ha puesto a disposición voluntarios y estructuras sanitarias donde poder curar a los heridos. Mons. Ignacio Suharyo Hardjoatmodjo, Obispo de Semarang, diócesis en la que se encuentra la ciudad de Yogyakarta, se ha dirigido hacia el lugar de la catástrofe para llevar consuelo y solidaridad a las víctimas y ofrecer la plena colaboración de la Iglesia a las autoridades civiles.
La Conferencia Episcopal de Indonesia dispone de un especial “Servicio de Crisis y Reconciliación”, guiado por el jesuita Padre Ignacio Ismartono, que se ocupa de coordinar las intervenciones y recursos de la Iglesia en las situaciones de emergencia. El Servicio ha sido muy activo y eficaz durante el tsunami y examinará en las próximas horas las modalidades de intervención en el terremoto que ha asolado Java. (Agencia Fides 27/5/2006 Líneas: 40 Palabras: 506)


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