EUROPA/RUSIA - “¡Esta bolsa la he hecho yo!”. Pequeños milagros en el “Taller de San Nicolás”

sábado, 6 diciembre 2025

por Chiara Dommarco

Moscú (Agencia Fides) – Al entrar en las dos salas del Taller de San Nicolás en Moscú, uno se ve inmediatamente involucrado en las actividades que lo animan a diario: una gran cantidad de faldas, servilletas, bolsas, máquinas de coser, objetos con forma de casita, de caballito, de ángel, una impresora 3D, un horno para cerámica y jóvenes absortos en su trabajo.

Situada a unos veinte minutos a pie de la catedral católica, el Taller de San Nicolás, que ofrece trabajo a personas con discapacidad intelectual, fue fundado en 2022 por el padre Vasilij Orechov, sacerdote ortodoxo de la iglesia de San Nicolás de los Tres Montes. “Les ayudamos a sentirse plenamente realizados en la vida, autónomos, útiles, preparados para crear, alegrarse, acercarse a Dios, entablar amistades y divertirse. Hemos creado un espacio inclusivo, donde las personas con discapacidad intelectual pueden expresar al máximo sus cualidades y seguir desarrollándolas”, cuenta el padre Vasilij a la Agencia Fides.

El Taller ofrece trabajo a 10 educadores y a 24 jóvenes adultos con discapacidad y necesita de apoyo económico: se sostiene gracias a las donaciones de la parroquia, de las personas que lo descubren y compran los objetos realizados por los jóvenes. Recientemente, también ha obtenido financiación del Fondo para las Subvenciones Presidenciales. “Proponemos muchas actividades diferentes, para que nuestros asistidos puedan aprender más sobre la vida y vivir experiencias nuevas e interesantes: clases de flauta dulce, talleres, fiestas y eventos musicales, salidas, cantos y juegos. Pero lo más importante es que tengan un trabajo”, añade el sacerdote.

El Taller está abierto de lunes a sábado, de 10.30 a 18. Para los educadores es un lugar donde poner a dar fruto su propia profesionalidad y que les ofrece la posibilidad de crecer humanamente. Las palabras espontáneas de un joven con discapacidad, de las que se hacen eco sus compañeras y compañeros, reflejan la eficacia de la experiencia que viven en el Taller: “Me gusta muchísimo mi trabajo, mira qué bolsa he hecho, ¡la he hecho yo!”. Otra de las chicas no ha querido ser “molestada”: “Estoy haciendo un árbol de Navidad de algodón, ¡no puedo distraerme!”.

“El deseo de poner en marcha este taller -explica el padre Vasilij- nació cuando conocí a personas que, desde la infancia, afrontan desafíos mucho mayores que los de cada uno de nosotros: para ellos, cada pequeño paso adelante es una gran empresa. ¡He querido hacer su vida un poco más plena e interesante! ¡Ha sido el Señor quien me ha inspirado en esto! Siempre he sentido su apoyo y su bendición a lo largo de este camino, y obviamente, también el de mi familia, en particular el de mi esposa”.

La iniciativa ha tocado, aunque de diferente forma, la vida de toda la parroquia: a menudo el párroco y los demás sacerdotes que prestan allí su servicio visitan el Taller y los fieles han aprendido a ser atentos y amables con los discapacitados que se encuentran a menudo en la parroquia. “Cuando veo a los jóvenes del Taller participar en la Liturgia y descubrir la alegría de la relación con Dios, tengo verdaderamente la sensación de que todo lo que hacemos no es en vano”, confía el padre Vasilij.
(Agencia Fides 6/12/2025)


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