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Junín de los Andes (Agencia Fides) – “Estamos reunidos ante el Señor con gratitud para recordar y celebrar un acontecimiento que ha marcado la historia espiritual, cultural y humana de nuestra Patagonia”, dijo el Pro-Prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el cardenal Fernández Artime, SDB, durante la misa dominical celebrada en el Santuario dedicado a la Virgen de las Nieves, en el norte de la provincia de Neuquén, el 16 de noviembre. La ocasión fue una de las recientes celebraciones interculturales en memoria de la primera expedición misionera salesiana en Argentina. “En aquel encuentro, hace 150 años, entre los primeros misioneros salesianos y las primeras Hijas de María Auxiliadora con el pueblo mapuche-tehuelche -subrayó Artime-, muchos de vuestros padres, abuelos y bisabuelos fueron protagonistas de esta valiosa historia”.
Las celebraciones se llevaron a cabo junto a los indígenas mapuche y con la presencia, entre otros, del obispo de Neuquén, Fernando Croxatto; del obispo de Viedma, Esteban Laxague, SDB; del Superior de la Inspectoría Argentina Sur (ARS), don Darío Perera, SDB; de los miembros del Equipo Diocesano de Pastoral Aborigen de Neuquén (EDIPA) y del Equipo Nacional de Pastoral Aborigen del Episcopado (ENDEPA).
“Hoy podemos reconocer que la misión y el verdadero encuentro que genera vida no comienzan imponiendo, sino acogiendo; no empiezan hablando, sino escuchando; no se fundamentan en el poder, sino en la cercanía -añadió Artime en su homilía-. Hoy reconocemos con sinceridad que el encuentro entre culturas no siempre estuvo libre de tensiones, incomprensiones, quizá también errores. Pero también es cierto que estos Salesianos y estas Hijas de María Auxiliadora, con sus límites humanos, llevaron respeto, educación, promoción humana y defensa de la dignidad de los pueblos originarios. El anuncio del Evangelio y la fe en el Señor Jesús eran el don más precioso que podían dejar”.
Finalmente, el cardenal agradeció en nombre de la Iglesia al pueblo mapuche y al pueblo tehuelche que abrieron las puertas de su cultura, de su espiritualidad y de su tierra. “Ellos y ustedes enseñaron a los misioneros a caminar por estos territorios, a escuchar el viento, a respetar la tierra, a saber interpretar, a valorar la palabra, a vivir en comunidad (…) Queremos caminar todos juntos como hermanos siguiendo a Cristo Jesús”.
Era el 11 de noviembre de 1875 cuando Juan Bosco despidió desde el muelle de Génova a los primeros diez salesianos enviados a Argentina. Aquella audaz empresa dio origen a una presencia salesiana en 136 países del mundo y, desde entonces, la misión salesiana ha superado guerras, hambrunas y migraciones masivas, ofreciendo a los jóvenes más pobres una educación integral, un oficio, un oratorio donde crecer como hermanos y hermanas, y una parroquia que los acoja. Para la Congregación Salesiana, el año 2025 está lleno de actividades celebrativas en todo el mundo.
Además de la misa celebrada por el cardenal Artime, destacaron el Retiro de los Jóvenes de América y las celebraciones interculturales con el pueblo mapuche, en la localidad de San Ignacio, realizadas en la casa salesiana de Junín de los Andes.
En la nota difundida por los Hijos de Don Bosco se explica que un centenar de jóvenes provenientes de distintos países del continente americano se reunieron para compartir varios días de retiro, durante los cuales realizaron un recorrido espiritual por los lugares donde vivió la beata Laura Vicuña, venerada en Chile -de donde era originaria- y en Argentina como protectora de las víctimas de incestos y abusos sexuales; una caminata por la Vía Christi y la visita a San Ignacio, localidad situada a 60 kilómetros al norte de Junín, donde vive la comunidad indígena mapuche de la cual provenía el joven beato de la Familia Salesiana, Ceferino Namuncurá, el primer beato indígena de Sudamérica.
(AP) (Agencia Fides 24/11/2025)