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Roma (Agencia Fides) – Un grupo de 97 peregrinos procedentes de las cuatro diócesis católicas de la Federación Rusa se ha reunido en la mañana del viernes 17 de octubre con el Papa León XIV, durante su peregrinación jubilar “ad limina Petri”.
«Necesitamos muchos motivos para tener esperanza, y el encuentro de hoy con el Papa León ha sido una señal muy fuerte de esperanza y de ayuda por parte del Señor», cuenta a la Agencia Fides Stephan Lipke, obispo auxiliar de Novosibirsk.
El encuentro se desarrolló en un clima de alegría fraternal: «El Papa quiso que cantáramos el Padrenuestro en ruso y luego nos estrechó la mano a cada uno de nosotros. Estas atenciones nos llenaron de alegría», relata el obispo Lipke.
«El Papa –añade- nos pidió que fuéramos piedras preciosas del edificio de la Iglesia católica en Rusia. Nuestra Iglesia local es pequeña, no somos muchos, pero también nosotros podemos ser piedras preciosas que contribuyen a construir la Iglesia universal».
Entre los regalos ofrecidos al Papa se encontraba un ostensorio fabricado en la URSS en los años ochenta, cuando aún se producían persecuciones religiosas.
Para tres peregrinos procedentes de Siberia, este viaje ha sido su primera salida al extranjero. «Estar aquí en Roma, en el Año del Jubileo, es una gracia inmensa para mi corazón, una alegría tan grande que me resulta difícil expresarla», confiesa Galina, ciudadana de Kemerovo, que por primera vez en su vida solicitó un pasaporte externo para poder viajar.
Marinel, una mujer de origen armenio residente en Irkutsk, se ha mostrado impresionada al ver tantos edificios de culto y sacerdotes en Roma, algo poco común en Rusia, donde muchos católicos viven dispersos en comunidades a las que los sacerdotes pueden llegar solo en contadas ocasiones.
A pesar de las restricciones y de la complejidad del viaje, el grupo ha vivido la experiencia con gran entusiasmo: «Entre nosotros hay personas con discapacidad motora y una joven madre con su bebé recién nacido, pero estamos consiguiendo vivir juntos estos días de forma hermosa y fraterna, algo muy significativo», comenta el obispo Lipke.
Después de participar en las canonizaciones del domingo 19 de octubre, el grupo regresará a Rusia.
La provincia eclesiástica de la Iglesia católica en Rusia está compuesta por la Arquidiócesis de la Madre de Dios en Moscú y sus tres diócesis sufragáneas: San Clemente en Saratov, San José en Irkutsk y la Transfiguración en Novosibirsk. Los católicos representan menos del 1 % de la población rusa y se agrupan principalmente en pequeñas comunidades, que a menudo reciben la visita de un sacerdote solo unas pocas veces al año.
(CD) (Agencia Fides 18/10/2025)