ÁFRICA/SIERRA LEONA - Alimentos, agua potable, atención médica y apoyo psicosocial para 220 menores detenidos

viernes, 3 octubre 2025

SDB

Freetown (Agencia Fides) – Apoyar a los menores privados de libertad más vulnerables en su proceso de rehabilitación, reduciendo el riesgo de reincidencia tras cumplir condena, es el objetivo de la ONG salesiana Don Bosco Fambul (DBF), dedicada a la asistencia de los menores recluidos en la superpoblada prisión para adultos de Sierra Leona.

Se trata del centro penitenciario de Pademba, en Freetown, donde más de 1.500 hombres sobreviven en condiciones extremas, sin acceso adecuado a alimentos, agua, atención médica ni perspectivas de futuro. DBF interviene para transformar esta realidad en la vida de los menores y jóvenes condenados por delitos menores, víctimas de todo tipo de abusos.

Según una nota difundida por los salesianos en Sierra Leona, el proyecto proporcionará durante 12 meses alimentos, agua potable, atención médica y apoyo psicosocial a un grupo de 220 reclusos. También ofrecerá cursos de alfabetización, asistencia jurídica y formación en diversas profesiones para facilitar su reinserción social.
El fenómeno de los menores privados de libertad afecta cada año a más de un millón de ellos en todo el mundo. En su mayoría, están encarcelados por delitos menores o por deambular por las calles durante la noche. Carecen de asistencia legal, no son procesados y, en muchos casos, nadie sabe que están detenidos. Muchos mueren sin esperanza o se niegan a comer para dejar de sufrir.

En este contexto, sobrevivir cada día en Pademba es una victoria, pero también una rutina. La prisión cuenta con cuatro pabellones de dos plantas, sin baños, sin luz en las celdas y sin agua corriente. Decenas de menores conviven con adultos acusados de homicidio o violencia sexual. «No tienen rostro, ni nombre, ni nadie que los quiera o los visite, y sus cuerpos no valen nada, o solo lo que vale un plato de comida», denunciaba el sacerdote salesiano y misionero argentino Jorge Crisafulli, antiguo director de Don Bosco Fambul en Freetown, elegido en marzo de este año Consejero General para las Misiones y hasta entonces Superior de la Inspectoría África Nigeria-Níger.

Desde 2013, los misioneros salesianos, junto con un grupo de voluntarios, visitan la prisión a diario. Ofrecen una comida suplementaria, atención médica para curar heridas, acompañamiento psicosocial y actividades recreativas dos veces por semana. Este centro penitenciario es solo un ejemplo del trabajo que los salesianos realizan en muchas cárceles del mundo (Liberia, Burundi, Benín, Uganda, Angola, Congo, Mozambique, Papúa Nueva Guinea, India, Tailandia, Sri Lanka, Hong Kong, Filipinas, México, El Salvador, Ecuador, Brasil, Paraguay). En todas ellas brindan cuidado, acompañamiento y apoyo a los menores privados de libertad.

La prisión de Pademba fue construida en 1937 en el corazón de Freetown para albergar a 324 reclusos. En casi un siglo, las condiciones solo han empeorado: no hay cámaras de seguridad, los registros se llevan en una pizarra, los casos judiciales y expedientes se conservan en carpetas manuscritas. A los reclusos se les ofrece una sola comida al día y miles de personas sobreviven hacinadas, durmiendo unos siete, ocho o incluso nueve en celdas pensadas para una o dos personas. Entre ellos hay muchos menores, la mayoría de los cuales son inocentes. En Pademba también se encarcela a adolescentes condenados a años de prisión por robar un teléfono móvil, poseerlo sin haberlo robado, por robar una oveja, una moto, matar un animal, romper un cristal o protagonizar una pelea.
El centro operativo del grupo Don Bosco dentro de la cárcel se encuentra en la biblioteca, donde se realizan visitas médicas, se reza antes de compartir las comidas adicionales y se organizan cursos de informática. También hay bicicletas, balones y juegos para el tiempo libre.

En el otro extremo de la prisión se encuentra la capilla, donde cada viernes se celebra la Eucaristía. Cada año, el Sábado Santo, decenas de reclusos reciben los sacramentos del Bautismo, la Primera Comunión y la Confirmación tras haber decidido incorporarse a la Iglesia católica.
(AP) (Agencia Fides 3/10/2025)


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