Kinshasa (Agencia Fides) – La iglesia católica de San Juan de Capistrano, en Lopa, provincia de Ituri, al este de la República Democrática del Congo (RDC), ha sido profanada en un nuevo episodio de violencia que golpea la región. El acto sacrílego se ha cometido el pasado 21 de julio, en el contexto de enfrentamientos entre varios grupos armados que se disputan el control del territorio.
Según un comunicado de la Comisión Diocesana «Justicia y Paz» de Bunia, los responsables de la profanación al parecer son miembros del grupo armado CODECO (Coopérative pour le Développement du Congo), que en el pasado ya se había visto implicado en actos similares (véase Fides 25/9/2024).
La Comisión ha recordado que, dos días antes, el 19 de julio, un portavoz del ejército regular congoleño (FARDC) había anunciado «una alianza militar entre las FARDC y la CODECO» para combatir a un nuevo grupo armado surgido en la zona, la Convention pour la Révolution Populaire (CRP). La formación de este movimiento había sido anunciada en marzo en Uganda por Thomas Lubanga, antiguo jefe rebelde condenado por la Corte Penal Internacional.
Según «Justicia y Paz», tras el anuncio de esta alianza, se han registrado «una serie de ataques coordinados en el territorio de Djugu contra la CRP». En el marco de estas operaciones, durante la incursión en las aldeas de Lopa a última hora de la mañana del 21 de julio, los miembros de CODECO han profanado la iglesia de San Juan de Capistrano, el presbiterio y el santuario mariano.
El comunicado, firmado por don Chrysanthe Ngabu Lidja, director de «Justicia y Paz» de Bunia, detalla que los actos sacrílegos incluyen la profanación del Sagrario, con las hostias de la Eucaristía arrojadas al suelo; el saqueo del santuario mariano; y la destrucción de casullas, camisas y objetos litúrgicos, dejados esparcidos por el suelo. A ello se suma el profundo trauma vivido por los sacerdotes y la comunidad local durante el ataque de los rebeldes.
El balance provisional de la incursión perpetrada por la CODECO, «con el apoyo de las FARDC», es de al menos tres muertos y el saqueo de numerosas propiedades civiles.
«Justicia y Paz en el Congo» condena «el porte de armas por parte de cualquier persona ajena a las fuerzas de seguridad, así como la alianza antinatural entre las FARDC y los milicianos de la CODECO, que ha facilitado estos abusos, públicamente anunciados y transmitidos por radio». Asimismo, pide «el levantamiento del estado de sitio para restablecer la paz mediante la erradicación de los grupos armados y la implementación de programas de desarme, desmovilización y reinserción de los milicianos».
Cabe recordar que desde mayo de 2021, tanto en Ituri como en Kivu del Norte está en vigor el estado de sitio, que otorga amplios poderes al ejército (véase Fides 7/5/2021), sin que hasta ahora haya permitido restablecer la paz en la región.
(L.M.) (Agencia Fides 23/7/2025)