Archdiocese of Seoul
Seúl (Agencia Fides) – “Caminemos juntos en la peregrinación hacia la paz con una esperanza eterna”, invitó monseñor Simon Kim Joo-young, obispo de Chuncheon y presidente del Comité para la Reconciliación de la Conferencia Episcopal de Corea del Sur, en la misa con motivo de la Jornada de Oración por la Reconciliación y la Unidad del próximo 25 de junio. Esta fecha fue establecida por los obispos coreanos en 1965 para conmemorar el inicio de la Guerra de Corea (1950-1953) y rezar por la paz. En 2025, también se conmemorará el 80 aniversario de la liberación de Corea del dominio colonial japonés (1945). En todas las diócesis coreanas se están celebrando novenas, misas y vigilias de oración con motivo de esta jornada en la que los católicos coreanos invocan juntos la paz y la reconciliación con sus hermanos de Corea del Norte.
El obispo Kim Joo-young señaló que Corea del Sur vive “un tiempo de crisis y de oportunidades”. Por un lado, existe una crisis en las relaciones bilaterales Norte-Sur. Si bien en los últimos meses incidentes como el lanzamiento de drones, panfletos y globos llenos de basura, intercambiados entre el Norte y el Sur, han incrementado la hostilidad y el resentimiento mutuo, en la sociedad coreana “la gente se encuentra sumida en un mar de desconfianza y conflicto”, afirmó. “Esta situación el resultado de los conflictos ideológicos acumulados durante un largo período de división lo que podría calificarse como guerra civil emocional”, añadió.
Pensando en las oportunidades, el obispo invitó a recordar cuántos en el pasado han intentado recorrer el camino de la paz y la reconciliación y se han unido espiritualmente en la Jornada de Oración por la Reconciliación y la Unidad, sugiriendo el uso de la palabra “esperanza” como término clave para “disipar la sombra dejada por la división de la península de Corea”. El obispo mencionó el Jubileo, recordando que el tema del Año Santo es “Peregrinos de la Esperanza”, y subrayó que el primer paso para superar todos los conflictos es, precisamente, “no perder la esperanza”. “Tras 80 años de división en la península de Corea, debemos superar los conflictos con la fe en la resurrección de Cristo”, insistió. En la Novena que se celebra en las comunidades católicas coreanas, cada día se ha dedicado a una intención especial de oración. El 25 de junio cada diócesis celebrará la Eucaristía con la participación de sacerdotes, personas consagradas y fieles. Con motivo de esta Jornada, el Comité para la Reconciliación de la Conferencia Episcopal de Corea organizó un encuentro sobre la educación para la paz en el que se reflexionó sobre la violencia arraigada en cada uno.
“Todos debemos desear eliminar la división y el conflicto, los prejuicios y las rencillas entre el Sur y el Norte para que se abra un nuevo camino hacia la paz y la armonía”, afirmó monseñor Mathias Lee Yong-hoon, obispo de Suwon y presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Corea, durante su intervención en el encuentro. El obispo Kim Joo-young, presidente del Comité para la Reconciliación, reiteró que “superar el conflicto mediante el diálogo, la escucha y la cooperación es siempre una tarea para nuestro pueblo”.
En las últimas semanas, la Korean Conference of Religion for Peace, que agrupa a siete importantes comunidades religiosas presentes en Corea incluida la Iglesia Católica, ha expresado la esperanza de reactivar los canales de diálogo entre Corea del Norte y Corea del Sur. La organización convocó recientemente la “Peregrinación por la Vida y la Paz en la Zona Desmilitarizada”, la franja de tierra que divide Corea del Norte y Corea del Sur.
Al concluir una caminata de 385 kilómetros, los peregrinos hicieron un llamamiento a la paz: “Han pasado 80 años desde la liberación, y 80 años desde que el pueblo de esta tierra, liberado de las ataduras del dominio colonial, trabajó arduamente para crear un país donde pudiera vivir en paz y seguridad”. “Caminamos desarmados por la zona desmilitarizada donde el rugido de las armas nunca cesa, y rezamos. Nos reunimos en un solo lugar para hablar de paz, cantar por la paz y construir la paz”, indica el comunicado que recoge el llamamiento. “Solo mediante el diálogo y la cooperación, y solo mediante esfuerzos de respeto mutuo y convivencia, podremos proteger la vida y la seguridad de todos los ciudadanos de la península de Corea. Si destinamos los recursos de la compra de armas al diálogo y la negociación, todos los ciudadanos de la península de Corea podrán vivir vidas más seguras y pacíficas”, concluye el texto.
(PA) (Agenzia Fides 23/6/2025)
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