EMIRATOS ÁRABES - La educación interreligiosa, un acto de esperanza e "inversión en el futuro"

lunes, 29 abril 2024

Por Paolo Martinelli ofmCap*

Publicamos la intervención del Obispo Paolo Martinelli en el encuentro "Convención de Campeones. Educación ética para contribuir a la ciudadanía mundial y construir sociedades inclusivas y pacíficas". El encuentro, promovido por la Unesco, el Consejo Musulmán de Ancianos, el Comité Superior de la Fraternidad Humana y otros organismos, se ha celebrado en Abu Dhabi del 23 al 25 de abril.

Abu Dhabi (Agencia Fides) - Recientemente, el Secretario de Estado de la Santa Sede, el Cardenal Parolin, afirmó que el acto educativo es siempre un acto de esperanza. Invertir en la educación de las nuevas generaciones significa invertir en el futuro. De hecho, todo padre desea transmitir a sus hijos no sólo comida y abrigo, sino sobre todo el sentido último de la vida, los valores éticos y espirituales que puedan guiar su futuro y hacer de ellos auténticos ciudadanos capaces de afrontar el porvenir con valentía y serenidad.

En esta perspectiva, la dimensión religiosa es plenamente consustancial a la experiencia educativa. De hecho, la religión penetra en el corazón de la experiencia antropológica, pues concierne a la relación de cada persona con Dios, con el fin de colaborar con todas las personas de buena voluntad para una sociedad más humana y más fraterna.

Hablar de educación interreligiosa introduce un nuevo concepto que está creciendo en la conciencia de los pueblos y las religiones. En este sentido, es esencial referirse al documento sobre la fraternidad humana firmado aquí en Abu Dabi por Su Santidad el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Su Eminencia el Dr. Ahmad Al-Tayyeb. Este documento marca sin duda un nuevo capítulo en la historia de la relación entre las religiones y es una herramienta preciosa para la educación interreligiosa.

Desde el más profundo respeto por la diversidad, las religiones están llamadas a un camino compartido en el que creyentes de distintas confesiones aprendan a conocerse y respetarse, promoviendo juntos valores éticos y espirituales por el bien de la humanidad.

La educación interreligiosa implica, en primer lugar, reconocer que todo ser humano es un ser religioso, creado para estar en relación con Dios y con los demás en la búsqueda del bien común. Una auténtica experiencia educativa debe formar el sentimiento religioso, es decir, la referencia constitutiva al Dios trascendente, omnipotente, misericordioso y creador que quiere que todos los fieles se traten como hermanos y hermanas.
Las escuelas privadas que el Vicariato Apostólico dirige en los EAU quieren convertirse en una humilde contribución a esta educación interreligiosa que forma a las nuevas generaciones en la colaboración y la solidaridad entre todos.

Las religiones tienen la tarea conjunta de recordar a la humanidad la necesidad de cuidar la dimensión religiosa y ética de la vida. Sin Dios, el ser humano se vuelve inhumano. Como se afirma en el documento de Abu Dhabi: “La fuerte convicción de que las enseñanzas verdaderas de las religiones invitan a permanecer anclados en los valores de la paz; a sostener los valores del conocimiento recíproco, de la fraternidad humana y de la convivencia común; a restablecer la sabiduría, la justicia y la caridad y a despertar el sentido de la religiosidad entre los jóvenes, para defender a las nuevas generaciones del dominio del pensamiento materialista, del peligro de las políticas de la codicia de la ganancia insaciable y de la indiferencia, basadas en la ley de la fuerza y no en la fuerza de la ley”.

En conclusión, si toda experiencia educativa auténtica es un acto de esperanza y un camino hacia el futuro, la educación interreligiosa comunica una esperanza aún mayor para toda la humanidad: la posibilidad de crear una sociedad más fraterna y humana, donde haya tolerancia, convivencia, solidaridad y amistad social. Las nuevas generaciones piden a los adultos que sean testigos de que es posible un mundo de paz. Renovemos nuestro compromiso de respaldar la esperanza de las nuevas generaciones. Que Dios Todopoderoso bendiga nuestros esfuerzos por una educación más interreligiosa para un mundo más fraterno.
(Agencia Fides 29/4/2024)

* Vicario Apostólico de Arabia del Sur


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