ASIA/CHINA - La parroquia de la etnia Yi de Lanniquing rinde homenaje al misionero francés Paul Vial en el centenario de su refundación

miércoles, 17 abril 2024 iglesias locales   misión   institutos misioneros   minorías étnicas  

Kunming (Agencia Fides) - Más de 500 católicos, en su mayoría pertenecientes a grupos étnicos minoritarios de la provincia de Yunnan (suroeste de China) han celebrado los 100 años de la fundación de la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en Lanniqing, cuyos miembros pertenecen al grupo étnico Yi. A las celebraciones, que tuvieron lugar la semana pasada, asistieron católicos de distintas etnias (Han, Miao, Jingpo, Yi y Tibetana). La celebración del centenario de la parroquia también ofreció a todos la oportunidad de expresar públicamente la gratitud de toda la comunidad al padre Paul Vial (1855-1917), misionero francés de las Misiones Extranjeras de París.

Las provincias del suroeste de China, donde desarrollaron su labor los misioneros de las Misiones Extranjeras de París, se caracterizan por una fuerte presencia de grupos étnicos minoritarios con sus propias lenguas y formas de escritura.

El padre Vial, conocido en China por su nombre chino Deng Mingde, fue uno de los primeros misioneros del MEP que trabajaron en Yunnan, consagrando su vida a proclamar el Evangelio en la región Yi. Tras su ordenación sacerdotal en 1879, marchó a Yunnan y fue el primer extranjero que realizó estudios sobre los Yi. Por estas aportaciones científicas, también recibió títulos académicos en Francia.

La primera pequeña iglesia de Lanniquing se construyó en 1893 a instancias del padre Vial, pero sus reducidas dimensiones pronto resultaron insuficientes para satisfacer las necesidades pastorales de la comunidad local. Por último, por iniciativa del padre Bi Jingxing, el primer sacerdote Atsi (un subgrupo de la etnia Yi), la iglesia fue reconstruida en 1924. Hoy, cien años después, la comunidad Atsi cuenta con ocho sacerdotes.

A lo largo de los últimos 100 años, la Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes de Lanniqing se ha visto puesta a prueba por diversas vicisitudes. La comunidad católica local siempre se ha encomendado a la gracia de Dios y a la intercesión de María Inmaculada, pidiendo que la Iglesia siga dando testimonio del nombre de Cristo entre la población local, entre otras cosas mediante obras de caridad. La comunidad ha participado activamente en iniciativas de caridad y servicio social, recaudando fondos para apoyar proyectos destinados a las poblaciones afectadas por catástrofes naturales.
(NZ) (Agencia Fides 16/4/2024)


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