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Por Antonella Prenna
Kuwait City (Agencia Fides) - Maronita, copto católico, siro malabar, siro malankara, melquita y latino son los seis ritos que reúnen en una gran Iglesia la variada comunidad católica de Kuwait, que forma parte del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte en Kuwait.
Cada día, miles de católicos de diferentes orígenes y procedencias abarrotan las cuatro parroquias: la Concatedral de la Sagrada Familia en Kuwait City, la parroquia-santuario de Nuestra Señora de Arabia en Ahmadi, la iglesia de Santa Teresa situada en el corazón de la comunidad india de Salmiya, y la más reciente, dedicada a San Daniel Comboni, en Abbasaya. Todos diversos en lengua, etnia, edad, tradiciones y culturas. Todos unidos por el Bautismo en el único Cuerpo de Jesucristo, junto con los hermanos y hermanas que asisten a la iglesia de rito malquita de Kuwait City.
“Lo que da vitalidad a estas parroquias, junto con los sacerdotes, son ante todo los laicos, entre los que se encuentran los miembros del consejo parroquial, los lectores, los ministros de la Eucaristía, los monaguillos, los coros, los catequistas, los asistentes pastorales y los trabajadores que prestan allí su servicio”, dice a la Agencia Fides Mons. Aldo Berardi, O.SS.T., Vicario Apostólico de Arabia del Norte, que junto con una comunidad de frailes capuchinos y otros sacerdotes diocesanos o Fidei Donum se ocupa del cuidado pastoral de los fieles. A pesar de las restricciones de la situación, todos los sacerdotes presentes en Kuwait celebran misas en las diversas lenguas, escuchan confesiones y realizan las actividades parroquiales ordinarias en los lugares que les han sido asignados.
Parece una paradoja, la vitalidad de la multitud de creyentes católicos que brota en el corazón de un país totalmente moldeado por el Islam. Son más de 350.000. La gran mayoría están en Kuwait por trabajo, a menudo sin sus familias, de las que permanecen separados durante meses o años. Son filipinos, indios, pakistaníes, cingaleses, libaneses... que tras agotadoras jornadas de trabajo se reunen para rezar. Hacen largas colas para entrar en la iglesia, en las distintas salas habilitadas y puestas a disposición en el interior de la Co-Catedral; comparten espacios de oración marcados por horarios precisos, cada uno en su lengua y rito, con total respeto. Son hombres, mujeres y niños que animan las celebraciones y que transmiten con su presencia un amor filial e incondicional a Dios.
Las “misas en los sótanos”
Son miles los fieles que se reúnen en los "sótanos" de algunos grandes edificios para rezar, adorar al Santísimo Sacramento y asistir a misa. Son lugares estrechos y a menudo inseguros desde el punto de vista logístico. Pero ahí están. Son la presencia viva de la Iglesia, que testimonia su fe con su perseverancia, incluso en condiciones poco "normales".
El padre Johny Lonys, OFM Cap.,Vicario Episcopal, es el párroco siro-malabar de Abbasiya, más conocida como la Pequeña Kerala. “Nuestros 15.000 feligreses -cuenta el padre Johny- se turnan para las celebraciones de los tres ritos indios en tres 'semi-sótanos'. Tenemos una pequeña sala, la de Nuestra Señora de Arabia, que es el único lugar donde hay adoración al Santísimo Sacramento. Contamos con unos tres mil alumnos de catequesis, 2.800 de rito malabar y 362 de lengua inglesa, y están atendidos por 130 catequistas”.
La presencia de la comunidad maronita, seguida por el obispo Raymond Mtanios EID, en Kuwait desde 2012 es también muy fuerte. Los encuentros y actividades con jóvenes y familias se celebran en el centro de Jabriya, una gran zona mayoritariamente residencial donde se reúne la comunidad libanesa maronita, pero los domingos se trasladan a la Co-Catedral de la ciudad de Kuwait.
El recinto que delimita el espacio de la Co-Catedral de la "Sagrada Familia" es inmenso. Aquí, cada viernes desde primera hora de la mañana, comienzan a llegar miles de personas para los oficios religiosos que culminan con los del sábado por la tarde. Las misas se celebran en 14 idiomas: árabe, inglés, tagalo, malayalam, tamil, bengalí, urdu, hindi, español, francés, italiano, cingalés, coreano y konkani. El párroco P. Gaspar Fernandes, OFM Cap., celebra la misa en cinco idiomas: coreano, español, urdu, konkani e inglés. Llegó al Vicariato de Kuwait el 9 de diciembre de 2009, y ha sido párroco de la parroquia de la Co-Catedral de la Sagrada Familia del 22 de enero de 2010 al 19 de octubre de 2012, antes de trasladarse a la parroquia de Nuestra Señora de Arabia en Ahmadi. Tras un periodo en Goa, regresó como párroco de la Co-Catedral el 18 de noviembre de 2022.
La gran fiesta de Pascua
Durante el Triduo Pascual, es impresionante la rotación ininterrumpida durante 24 horas de los fieles de seis ritos. Todos ellos contribuyen indistintamente a dar vida al momento culminante del año litúrgico. Comienza ya el sábado por la tarde y se prolonga toda la noche hasta el domingo por la noche. Mientras a las 3 de la madrugada desde una de las salas del recinto se escuchan los cantos de la comunidad sirio-malankara celebrando la resurrección de Jesús, en el gran patio de la Co-Catedral la comunidad filipina escenifica una conmovedora representación del Triduo, desde la Pasión a la Muerte de Jesús hasta el encuentro del Resucitado con su madre María en la mañana de Pascua. Concretamente, a las cuatro de la mañana, la estatua de la Virgen María, siguiendo la estela del coro de ángeles, interpretado por niños que le quitan el velo negro, es acompañada por un grupo de mujeres hacia la estatua de Jesús resucitado llevada a su vez por un grupo de hombres.
Respeto por las tradiciones
La comunidad copto-católica de la Co-Catedral continúa celebrando sus misas según el calendario juliano. Por ello, celebrará la Pascua en mayo.
Durante el periodo del Ramadán, que acaba de terminar, los fieles católicos también se han mostrado respetuosos con las tradiciones de sus hermanos musulmanes. Nada de comer ni beber durante el día.
“Se necesitan muchas más iglesias”
La Co-Catedral, además de ser la sede del obispo católico en Kuwait, es también un testimonio vivo del catolicismo en el país.
Se erige en un terreno donado en 1956 por el Emir y el gobierno kuwaití. Fue solemnemente bendecida y consagrada en 1961 por el primer obispo del país, el carmelita Theophanus Stella, O.C.D., quien, teniendo en cuenta las circunstancias especiales en que vivían los católicos de Kuwait, es decir, como residentes transitorios, decidió dedicarla a la "Sagrada Familia en el Desierto".
La “Iglesia madre” de Ahmadi
Ahmadi, donde se encuentra Nuestra Señora de Arabia (OLA), la primera iglesia católica del país, es el centro de la producción de petróleo, donde se instalaron decenas de personas, principalmente trabajadores emigrantes. “En la pequeña iglesia, donde se originó el santuario de Nuestra Señora de Arabia, se conserva una gran estatua traída por los carmelitas. Este año celebramos 75 años de presencia”, dice el obispo Berardi. “Harían falta muchas más iglesias para poder acoger a todos, desgraciadamente por ahora sigue siendo un sueño. Es un proceso largo y complicado”.
El padre Roswin Pires es el párroco y, junto con otros dos sacerdotes, atiende a la comunidad de fieles que también acuden a la "iglesia madre" desde fuera de Ahmadi. Muchos otros fieles frecuentan las otras iglesias que se encuentran en algunos de los sótanos. "La Kuwait Oil Company construyó y mantiene la estructura de nuestra iglesia en Ahmadi", explica el P. Roswin. Durante el fin de semana se celebran 32 misas en 11 lenguas distintas. El párroco, originario de Goa, celebra cinco misas cada viernes, alternando por la tarde con la comunidad siro-malabar. Durante la semana, como la gente trabaja, se celebra una misa por la mañana y otra por la tarde, y los fieles llegan en transporte privado proporcionado por la iglesia. "Se ofrecen muchas actividades y servicios pastorales para niños (más de mil de habla malaya), jóvenes y familias", añade el padre Roswin.
Entre los fieles, unos 4.000 son de habla malaya y 3.000 de otras lenguas. “Aquí florece la fe, incluso en medio del sufrimiento y de algunas restricciones. La Iglesia sólo se ocupa de la fe”.
El Año Jubilar
En todo el Vicariato Apostólico de Arabia del Norte se está celebrando un año jubilar por el 1500 aniversario de los mártires de Arabia, Santa Areta y Compañeros del oasis de Najran (Arabia del Sur, hoy Arabia Saudita). El 24 de octubre de 2023 se abrieron las Puertas Santas dedicadas a ellos: la de la Catedral de Bahrein y la de la Co-Catedral de Kuwait (adelantada al 29 de septiembre - véase Fides 24/10/2023). En esta ocasión, el Papa ha concedido la indulgencia plenaria.
“Consideramos que éste es un año de gracia para todo el Vicariato y para todas las comunidades cristianas del Golfo Arábigo”, señala Mons. Berardi. “Celebramos en la fe la memoria de nuestros antepasados cristianos que dieron su vida por Cristo, permaneciendo fieles hasta el final. Nos hallamos en la continuidad de estas comunidades y monasterios cristianos que existieron en esta región. Los restos arqueológicos nos invitan a ello”.
(Agencia Fides 12/4/2024)
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