ÁFRICA/MOZAMBIQUE - Los refugiados del Campamento de Corrane al Cardenal Tagle: “al Papa le pedimos oraciones para que esta guerra termine y podamos volver a casa”

martes, 13 febrero 2024

Por Antonella Prenna

Nampula (Agencia Fides) – "Eminencia, lo que me gustaría pedirle al Papa Francisco es que rece, que rece para que esta guerra termine y podamos volver a casa". Esta ha sido la petición presentada por un refugiado del centro de acogida de Corrane, en el distrito de Meconta, provincia de Nampula, ante la invitacióna hacerlo del cardenal Luis Antonio Gokin Tagle, Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, con motivo de una reciente visita del cardenal.

"El sábado 27 de enero salimos de Nampula para llegar al campamento a 50 km. Para nosotros, 50 km son realizables en una hora en nuestro contexto, mientras que allí, debido a las carreteras extremadamente deterioradas, llenas de baches y, gracias a Dios, accesibles porque no había llovido, conseguimos llegar en tres horas".
MariaGrazia Salmaso, responsable de la Oficina Misionera de la diócesis de Vittorio Veneto, en conversación con la Agencia Fides, ha relatado la reciente experiencia compartida con el Cardenal Tagle, realizada tras presidir la ordenación episcopal del Padre Osório Citora Afonso, Misionero de la Consolata (I.M.C.), como Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de Maputo. También estuvieron presentes, entre otros, el obispo de Maputo, João Carlos Hatoa Nunes, y el obispo de Nampula, Inácio Saúre, I.M.C.

"Durante la visita al campo de refugiados -continúa el responsable de Vittorio Veneto- hubo un momento formal en el que el gobernador local y el responsable de Cáritas, tras la presentación de todos los presentes, informaron sobre los progresos del campo. Estaban presentes personas vinculadas al mundo de la Iglesia, pero también muchas que no lo eran. Principalmente había muchas mujeres, niños y también un buen número de hombres que nos acompañaban".

Cuando el Proprefecto invitó a los presentes a expresar sus pensamientos -añade-, sobre todo las mujeres se esforzaron porque no están acostumbradas a expresarse en público. Lo hicieron a través de una canción que nos conmovió profundamente. Se percibió mucho cansancio, mucho sufrimiento, una necesidad de humanidad. El cardenal les trajo el ejemplo de María, José y Jesús, que también eran refugiados y tuvieron que abandonar Nazaret, y les instó a no rendirse y a confiar en Dios, que les ama y está cerca de ellos, a pesar de las grandes dificultades de su vida cotidiana".

"El Cardenal Tagle, en un espíritu de plena comunión, expresó el deseo de que quien lo deseara expusiera sus reflexiones y preguntó si alguien deseaba tomar la palabra. Un joven del lugar, con un tono muy enérgico pero al mismo tiempo de dolor, señaló las penurias que están viviendo. Desde la falta de acceso a los alimentos hasta la falta de semillas para el cultivo, desde la imposibilidad de recibir educación por carecer de infraestructuras, hasta el aislamiento provocado por la lejanía del centro de la ciudad, que a menudo permanece inaccesible. En particular, destacó el grave problema sanitario. Hay un pequeño centro de salud, pero carece de un frigorífico donde guardar las vacunas porque no hay electricidad. El momento más conmovedor, además de esta carga, esta energía, casi rabia, manifestada fue cuando el cardenal pidió que se transmitiera una petición al Santo Padre. Fue entonces cuando el joven expresó su petición de rezar insistentemente para que termine la guerra y puedan volver a sus hogares de origen, el derecho fundamental a no emigrar, tan expresado en la encíclica Fratelli Tutti. Un derecho que casi supera al de los bienes de primera necesidad. El deseo de volver a casa, porque los que son refugiados no consiguen arraigarse y tener una perspectiva en la vida. Hay personas que llevan más de cuatro años fuera de Cabo Delgrado, pensemos en los jóvenes, muchos son menores no acompañados, muchos son discapacitados. Y es una condición muy difícil que realmente nos ha conmovido. También hablaron otras personas, más o menos reiterando las mismas necesidades, entre ellas una mujer”.

El campo Corrane se creó debido a los conflictos que surgieron en la región de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique. Fue en octubre de 2017 cuando los militares empezaron a matar, a destruir infraestructuras religiosas públicas, a quitar bienes a la población, obligando a la gente a huir. “Se registra y estima un movimiento de casi 1 millón y 30 mil personas”, añade la responsable de Vittorio Veneto. “Algunos se han refugiado en ciudades vecinas, muchos se han alejado y han llegado a Nampula. De ellos, sólo han regresado unos 352.000, los demás siguen en movimiento o en campos de refugiados”.
El campamento se estabilizó en el año 2020 acogiendo a personas, de las cuales al menos 1.500 familias, así como más o menos 5.000 individuos, viven con necesidades humanitarias básicas, alimentos y demás.

La provincia de Nampula ha registrado un flujo continuo, entre otras cosas porque está cerca de la de Nacala, por debajo del cabo Delgado. "Los datos que nos han proporcionado un informe expuesto durante la reunión indican que en noviembre de 2023 había 77.237 personas registradas en el Centro, de las cuales el 53% eran mujeres y el 47% hombres. Corrane fue creado por el gobierno local, que ha tratado de crear infraestructuras, pero también es valioso el apoyo de la Cáritas local, que, gracias a la ayuda humanitaria de varios estados, ha conseguido sostener a esta población. Ayudan a los indigentes ofreciéndoles material de cultivo y alimentos. Algunos de los presentes nos contaron que hacía ocho meses que no llegaban kits de alimentos y que actualmente viven una situación muy difícil".

Mariagrazia ha destacado también que le ha impresionado especialmente la actividad pedagógico-educativa de Cáritas, que consiste en intentar responsabilizar al máximo a las personas para que se impliquen en la ayuda al prójimo, fomentando una estabilización más responsable.

“Al final del encuentro, el cardenal Tagle impartió la bendición y, tras un almuerzo parroquial, regresamos a Nampula. Los misioneros locales nos dijeron de manera informal que también se había establecido una cadena de ayuda entre las distintas congregaciones, pero que estaba algo descuidada por falta de medios. Muchos misioneros entre los combonianos y otros también visitan el campamento desde Nampula para llevar apoyo espiritual sobre todo a las mujeres, los niños y las personas necesitadas”.
(Agencia Fides 13/2/2024)


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