Karachi (Agencia Fides) - Desde hace más de cuarenta años, los misioneros de la familia de San Columbano - sacerdotes, religiosas y misioneros laicos -, están al servicio del pueblo pakistaní. El padre John Boles, superior regional en Gran Bretaña de la Sociedad de San Columbano, haciendo un resumen de la presencia y de las actividades de los religiosos en el país, destaca: “Creemos que Jesús nos ha llamado aquí, a una nación marcada por tensiones religiosas y étnicas, pobreza abrumadora, amenazas constantes de ataques terroristas, injusticias crónicas y corrupción endémica. Por otro lado, ¿no se acompañaba Jesús, según el Evangelio, de los pobres y marginados?”.
A continuación, explica que el padre Pat Visanti, quien renunció a una cómoda vida en un banco, en sus islas natales de Fiji, para unirse a los misioneros de San Columbano y aceptar el servicio apostólico en Pakistán, ahora reside en la parroquia encomendada a los Columbanos en Badin, en el árido desierto de Thar. Allí, el Padre Visanti y Monaliza Sagra, una misionera laica colombiana de Filipinas, dirigen una escuela con 470 alumnos y una clínica con cinco trabajadores de la salud a tiempo completo. El sacerdote celebra los sacramentos, visita periódicamente dos capillas en aldeas cercanas (que son "estaciones misioneras", una tercera está en construcción), y acoge, habla, consuela a la población, todo ello en tres idiomas.
El neozelandés padre Dan O'Connell se ocupa de una escuela primaria en un pueblo, donde niños hindúes, cristianos y musulmanes estudian y conviven felizmente, “una forma notable de testimonio, considerando que Pakistán nació después de una gran efusión de sangre: más de un millón de personas murieron durante la partición con India en 1947, mientras hindúes y musulmanes se masacraban mutuamente”, recuerda el Padre Boles. Y aunque aún hoy se registran episodios de violencia intercomunitaria, “los Columbanos buscan reunir a personas de diferentes creencias para hacer frente a sus enemigos comunes: la pobreza, la explotación y el malestar”.
Un misionero considerado con afecto y gratitud como "apóstol entre los tribales" es el padre irlandés Tomas King, que desde hace 25 años se dedica con su labor pastoral y social a servir, no solo a la mayoría de la población de la región de Sindh, los Sindhi, sino especialmente a los miembros del grupo tribal Parkari Kholi, una minoría étnica a menudo despreciada y discriminada, “en la parte inferior de la escala social tanto por ser indígena como en gran medida cristiana”, destaca. Junto a los misioneros, las religiosas de la Familia de San Columbano llevan comprometidas más de 100 años en el trabajo pastoral y educativo en el centro de Karachi, la capital de Sindh.
La región fue golpeada por fuertes inundaciones monzónicas que ocurrieron desde mediados de junio hasta finales de agosto de 2022, dejando heridas profundas. La magnitud del desastre es abrumadora: 33 millones de personas de una población de aproximadamente 229 millones resultaron afectadas, más de 1,700 murieron, más de 13,000 resultaron heridas, y los daños y pérdidas económicas se estiman en 30 mil millones de dólares. El daño a las infraestructuras en las áreas afectadas fue enorme: 13,115 kilómetros de carreteras dañadas, 439 puentes destruidos, cosechas dañadas y destruidas, y más de 1.1 millones de cabezas de ganado perdidas. Alrededor de 2.2 millones de viviendas resultaron dañadas o destruidas, 1.5 millones solo en Sindh, y los desplazados internos se vieron obligados a vivir en refugios temporales.
En este contexto, los misioneros de San Columbano realizaron un esfuerzo extraordinario: contribuyeron a través de un proyecto habitacional que fue posible gracias a una donación recibida a través del Columban Overseas Aid Fund (COAF). Las viviendas construidas son de bajo costo pero resistentes a las inundaciones y compatibles con la arquitectura y técnicas constructivas locales. El proyecto de construcción de viviendas se encuentra en los distritos de Mirpurkhas y Umerkot, en Sindh, gravemente afectados por las inundaciones. Las familias destinatarias de estas viviendas pertenecen a la comunidad indígena Parkari Kohli, con la que los Columbanos trabajan desde 1983, brindando apoyo a trabajadores agrícolas sin oportunidades de educación y atención médica. La construcción de las primeras casas comenzó en febrero de 2023 y a un año de distancia se han entregado ya más de 100 viviendas a las familias.
“El apoyo de los donantes ha ayudado a los más pobres de los pobres a reconstruir sus vidas”, comenta el misionero columbano padre Liam O'Callaghan, coordinador de la unidad “Justicia, paz, integridad de la creación y diálogo interreligioso en Pakistán".
Los misioneros de San Columbano llegaron a Pakistán en 1979, comenzando a trabajar entre los pobres, los sin tierra y los analfabetos, con escuelas parroquiales y estructuras de salud. Actualmente, hay nueve misioneros de San Columbano: siete son sacerdotes y dos son hermanos laicos, provenientes en total de cuatro países: Irlanda, Nueva Zelanda, Fiji y Filipinas. Los Columbanos trabajan actualmente en dos misiones en el sur de Pakistán, en la diócesis de Hyderabad y en la arquidiócesis de Karachi, ambas en la provincia de Sindh.
(PA) (Agencia Fides 17/01/2024)