ASIA/TIERRA SANTA - “Reconocer al otro como ser humano”: Neve Shalom-Wahat al Salam, donde conviven israelíes y palestinos

lunes, 30 octubre 2023

Tel Aviv (Agencia Fides) - “Vivimos tiempos traumáticos de guerra. Todos en nuestra Escuela para la Paz están conmocionados y entristecidos por las incomprensibles atrocidades cometidas por Hamás y por la respuesta letal y vengativa que Israel está perpetrando en Gaza. La guerra sirve como excusa para cometer deliberadamente más atrocidades, mientras que los ciudadanos palestinos de Israel son silenciados y perseguidos masivamente y la violencia respaldada por el ejército por parte de colonos judíos está aumentando en Cisjordania. El círculo vicioso de violencia, terror y castigo desgarra el alma”, escribe Roi Silberberg, ciudadano judío israelí, director de la “Escuela para la Paz” en el pueblo de Neve Shalom-Wahat al Salam, literalmente “Oasis de Paz”, creado en 1972 por el dominico Bruno Hussar en las colinas entre Jerusalén y Tel Aviv, para ofrecer un ejemplo de convivencia entre los dos pueblos que habitan en la Tierra Santa. Unas sesenta familias israelíes y palestinas viven juntas en el pueblo y envían a sus hijos a una escuela primaria común.

La “Escuela por la Paz” es un lugar donde se comparten sentimientos, miedos, sueños, se conoce al otro, se estudia y se aprende, con una metodología y gracias a una pedagogía, la importancia del encuentro con los demás. Fue fundada en 1979 como centro de formación permanente. Roi Silberberg recuerda que el objetivo de esta iniciativa es “promover las relaciones más humanas, basadas en la paz y la justicia”. Recuerda que “fue la primera institución educativa en Israel con un nuevo enfoque, orientado a la reconciliación y al reconocimiento mutuo entre israelíes y palestinos”.

Desde el 7 de octubre, la comunidad de “Neve Shalom-Wahat al Salam” y también la de la “Escuela por la Paz” está en shock. El dolor del nuevo estallido de violencia ha sacudido los cimientos de esa experiencia. “En condiciones de estrés e incertidumbre, una respuesta natural podría ser permanecer en silencio y esperar pasivamente a que se desarrollen los acontecimientos. Pero hablar significa pensar, y en tiempos tan catastróficos es importante pensar juntos. Consideramos que es nuestra responsabilidad facilitar la reflexión y diálogo sincero, aunque difícil, en este desastroso momento histórico. Solo a través del compromiso podemos reconocer el dolor de los demás y permanecer en contacto humano, tanto dentro de nosotros mismos como más allá de las fronteras nacionales. En un clima de polarización, deshumanización y visión del otro como un enemigo, nuestra misión hoy es educar a ver al otro como un ser humano”, afirma. “Aunque seamos solo una gota en un mar turbulento, seguimos luchando por una sociedad igualitaria, justa y democrática, utilizando las herramientas que hemos desarrollado a lo largo de los años, contando con la confianza ganada con tanto esfuerzo a través de la “Escuela para la Paz”, con las organizaciones de las comunidades judías y con los palestinos que han seguido nuestros caminos de diálogo y formación a lo largo de todos estos años”.

En tiempos oscuros en los que “incluso los artífices de paz son mirados con sospecha u hostilidad”, señala, en la “Escuela para la Paz” se han puesto en marcha implicando a niños y adultos: “Desde el comienzo de la guerra, organizamos sesiones de diálogo online para nuestros grupos ya activos. Y respondimos a la petición de los residentes de nuestro pueblo de llevar a cabo sesiones de diálogo sobre la guerra y su impacto en la vida cotidiana, en espacios tradicionalmente “mixtos” en todo el país”, como escuelas, hospitales y lugares de trabajo donde conviven judíos y árabes. “Ciudadanos palestinos israelíes”, señala. Además, “hemos relanzado nuestro nuevo programa de diálogo entre palestinos e israelíes que viven en Europa y hemos llevado a cabo varias sesiones de consulta con varias instituciones de educación superior y organizaciones médicas”. Para los medios de comunicación también se pusieron a disposición para explicar su experiencia de convivencia y de colaboración con otras organizaciones de derechos humanos que en Israel “piden respeto a los civiles de ambos lados”.

“La Escuela para la Paz, – subraya el director –, se compromete a construir la paz a través de actividades educativas, incluso en los momentos más oscuros. No hay manera de predecir las consecuencias de estos acontecimientos en nuestra sociedad, pero estamos trabajando para evaluar los efectos en las relaciones árabe-israelíes para definir nuestro compromiso presente y futuro, apoyándonos en los ciudadanos palestinos e israelíes y de otros países que han participado en nuestros cursos y han vivido una experiencia en nuestra aldea, un total de 40 mil personas, en cuarenta años de actividad. Todos ellos están llamados a ser promotores y testigos de la paz y de la reconciliación”.

Sobre la agonía que vive la población palestina en Gaza, sometida a bombardeos, aislada de toda comunicación y confiada únicamente a la ayuda humanitaria, Roi Silberberg expresa toda la preocupación de Neve Shalom-Wahat al Salam: “Los civiles palestinos nos han dicho que no abandonarán sus hogares. Y cuando el territorio se transforme en un campo de batalla con la ofensiva terrestre del ejército israelí, aunque solo el 10% de la población de Gaza permaneciera en sus casas, será una masacre de 200 mil civiles, de mujeres, niños y ancianos. Resultará una verdadera masacre. Debemos decirlo y ser conscientes de ello. En esta trágica situación, debemos comprometernos a desactivar el odio. En este momento, intentemos encender una luz en la oscuridad que nos rodea y ser un modelo de paz, igualdad y justicia”.
(PA) (Agencia Fides 30/10/2023)


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