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FMA
Dili (Agencia Fides) - "Yo quería llevar a Jesús a la gente, pero fueron ellos los que me llevaron a Él". Así es como la hermana Maria Fe Silva resume toda su vida en una frase. Nacida en Filipinas y consagrada como religiosa de las Hijas de Santa María Auxiliadora, vio realizado su sueño misionero cuando fue a Timor Oriental donde permaneció durante 30 años, ocupándose sobre todo de niños y niñas, incluidos los hijos de guerrilleros y militantes del Fretelin, el Frente Revolucionária de Timor-Leste Independente que en aquellos años luchaba por la independencia de Timor Oriental y contra la invasión-anexión indonesia de la ex colonia portuguesa.
En 1988, tras un año de preparación en Roma, la Hermana Maria Fe llegó a Timor Oriental, junto con otras Hermanas de María Auxiliadora, para ofrecer su contribución en las obras apostólicas ya iniciadas bajo la tutela de los Padres Salesianos que estaban presentes en el país. A las Hermanas de María Auxiliadora se les confió el orfanato para 150 niños y niñas, en la aldea montañosa de Venilale, a 30 km de Baucau. "Cuando llegué, junto con una hermana italiana y otra americana - cuenta la hermana Maria Fe a la Agencia Fides - recuerdo que muchas personas vinieron a darnos la bienvenida, padres con sus hijos, sacerdotes con familias locales".
Un año antes, cuando la Madre encargada de la misión había ido a Baucau, había sido recibida por los salesianos que, junto con muchos jóvenes, habían preparado una gran pancarta que decía '¡Main, Timor te espera! Maìn - explica la Hermana Maria Fe - es la forma en que llamamos a Santa Maria Mazzarello, nuestra fundadora".
En el momento de su llegada a Venilale, una docena de niños de la montaña acababan de ser acogidos en el orfanato. Se les llamaba 'los niños del Frente Revolucionario'", recuerda la Hermana Maria Fe, "eran hijos de militantes del FRETELIN". La situación en el país seguía siendo muy tensa debido a los enfrentamientos con los militares indonesios que ocupaban la isla desde 1975. Los salesianos siempre habían actuado como intermediarios con el Gobierno, y también se había llegado a un acuerdo para que al menos los hijos de las familias del FRETELIN estuvieran a su cargo". Por esta razón -añade Sor María Fe, deteniéndose en un detalle que ahora la hace sonreír-, los militares no nos consideraban auténticas religiosas, pensaban que también éramos mujeres FRETELIN vestidas de religiosas, ya que cuidábamos de aquellos niños, hijos de los guerrilleros".
Hoy, en Venilale, las Hijas de María Auxiliadora siguen ocupándose de los niños del orfanato, y han abierto otro en la localidad de Laga: "en total viven con nosotros cien chicos de 6 a 16 años. Hemos separado la residencia de los chicos de la de las chicas. Por la mañana van a la escuela pública y hacen actividades extraescolares con nosotros. Organizamos actividades por la tarde, les preparamos para recibir los sacramentos. También hemos abierto una clínica en Venilale para atender a las mujeres".
Tras su primera misión en Venilale, sor María Fe pasó un tiempo en Yakarta y desde 2017 sigue a la comunidad de las Hijas de María Auxiliadora en la isla de Sumba, cerca de Bali. "En Sumba -explica la religiosa salesiana- tenemos el Colegio Santa Isabel, donde atendemos a chicas de 11 a 18 años. Las implicamos en nuestras actividades pastorales cuando hacemos visitas a los distintos pueblos y en actividades oratorias. Las hermanas vivimos en la parroquia de Santa Isabel, en la diócesis de Weetabula, sufragánea de la archidiócesis de Kupang. Sólo en mi parroquia hay 18 puestos de misión y viven 12.000 católicos".
(MFS/AP) (Agencia Fides 22 /6/2023)
