ÁFRICA/KENIA - “La masacre de Shakahola es un crimen bien organizado, bien planeado y perfectamente ejecutado” dice el Ministro del Interior

Nairobi (Agencia Fides) - Ascienden a 241 los cuerpos encontrados hasta ahora de los adeptos de una secta keniana, enterrados en fosas comunes en el bosque de Shakahola, en el este de Kenia, en un rancho del condado de Kilifi, cerca de la ciudad de Malindi (véase Fides 3/5/2023).
Las autopsias de los primeros 129 cadáveres muestran que la mayoría de las víctimas murieron de inanición, tras haber seguido las instrucciones de ayunar hasta la muerte "para encontrarse con Jesús", del "pastor" Paul Mackenzie Nthenge, de la "Good News International Church".
Algunas víctimas, entre ellas niños, fueron estranguladas, golpeadas o asfixiadas, según el forense. Hasta el momento, la policía ha detenido a 39 personas, incluido el "pastor" Paul Mackenzie Nthenge, y ha rescatado a 91 miembros de la secta encontrados aún con vida en el bosque.
La mayoría de los adeptos son keniatas, de las zonas occidental, septentrional y oriental del país y de algunas partes de la costa, pero también hay ciudadanos de otros países africanos, según ha informado el ministro del Interior, Kithure Kindiki, a la Comisión ad hoc del Senado sobre la proliferación de organizaciones religiosas (“Ad hoc Committee on the Proliferation of Religious Organisations”). Un balance que dista mucho de ser definitivo si se tiene en cuenta que los expertos sobre el terreno han descubierto nuevas fosas comunes. Sin embargo, las excavaciones se han suspendido por problemas logísticos en el momento de la autopsia de los cuerpos de las 129 víctimas exhumadas.
El Ministro ha relatado otros detalles desconcertantes, afirmando que “la masacre de Shakahola es un crimen bien organizado, bien planeado y perfectamente ejecutado”. Entre los 91 adeptos que han sido rescatados y hospitalizados, algunos - afirma el ministro - “se niegan a comer”, mientras que un paciente hospitalizado ha fallecido. Además, el líder de la secta Mackenzie había reclutado a un equipo de golpeadores para matar a los que tardaban demasiado en morir o a los que cambiaban de opinión.
El ministro ha añadido que Mackenzie y su equipo de asesinos observaban la muerte por inanición de los seguidores, desde una instalación especial donde podían comer abundantemente. La prensa keniana ha referido que se ha encontrado un detallado menú reservado a Mackenzie, que muestra cómo se daba un festín de comidas copiosas tanto para el desayuno, el almuerzo como la cena.
El Ministro también ha informado de que existen pruebas de abusos sexuales a algunos de los niños encontrados muertos.
Sigue existiendo la sospecha, avanzada por un informe de la policía criminal pero negada por Kindiki (véase Fides 10/5/2023), de que se extrajeron órganos de algunos de los cuerpos encontrados en las fosas del bosque, no tanto para trasplantes como para "ritos mágicos".
(L.M.) (Agencia Fides 26/5/2023)

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