ASIA/LÍBANO - “Como un grano de mostaza”. Las Iglesias católicas de Oriente Medio señalan los puntos de orientación de su “camino sinodal”

viernes, 17 febrero 2023 oriente medio   iglesias orientales   iglesias locales   sinodalidad   sínodo de los obispos   misión  

Harissa (Agencia Fides) - Las comunidades católicas de Oriente Medio están llamadas a dar testimonio de “fraternidad y esperanza en el sufrimiento”, a representar el rostro de una Iglesia “humilde como un 'grano de mostaza', que crece en la precariedad de su condición y debe superar las presiones que empujan a tantos de sus hijos e hijas a abandonar sus tierras”. Esta es la imagen sugestiva expresada en la Declaración Final de la Asamblea Sinodal Continental de las Iglesias Católicas de Oriente Medio, que acaba de concluir en Harissa, Líbano.
Del 13 al 17 de febrero, la Asamblea ha reunido en el Centro Bethania a representantes de las siete Iglesias católicas de Oriente Medio: Patriarcas, Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y laicas de Egipto, Siria, Jordania, Tierra Santa, Irak, Líbano y los Estados del Golfo, han rezado, trabajado y reflexionado juntos sobre lo que había surgido durante las primeras consultas celebradas en el seno de cada una de las Iglesias locales de los diferentes países. Un encuentro - se lee al comienzo del comunicado de clausura, recibido en la Agencia Fides - que ha tenido lugar “en circunstancias difíciles para nuestra región”, especialmente “debido a las repercusiones del devastador terremoto que ha golpeado a nuestros hermanos de Siria y Turquía”. Por este motivo, “los participantes en la Asamblea se han detenido ante este acontecimiento doloroso y desgarrador, y han elevado oraciones diarias por las víctimas, los heridos y los desplazados en las zonas afectadas”.
La asamblea celebrada en Harissa ha sido un momento clave en la conocida como “etapa continental” del camino de las Iglesias católicas de Oriente Medio hacia el Sínodo que se abrirá en Roma en octubre de 2023, dedicado al tema «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión».
En el documento final de la Asamblea celebrada en Harissa, los rasgos fundamentales de la identidad común y de la misión eclesial que deben ser redescubiertos a través del camino sinodal han sido condensados en 13 puntos, partiendo de la constatación - reafirmada en el primero de los 13 puntos de síntesis - de que “la sinodalidad forma parte del patrimonio de nuestras Iglesias orientales”.
En los otros doce puntos del documento final se reafirma, entre otras cosas, que la unidad en la diversidad de las distintas tradiciones eclesiales es un rasgo específico de la misión de las Iglesias de Oriente Medio y de las regiones del Golfo. Los representantes de las Iglesias católicas de Oriente Medio recuerdan la urgencia de poner los talentos de los laicos, hombres y mujeres, al servicio del Cuerpo de Cristo, de prestar atención a la contribución y a las expectativas de los jóvenes “en favor de una Iglesia renovada”, y de reafirmar “la importancia del papel y de la misión de las mujeres en la Iglesia”. La declaración hecha pública al término de la Asamblea reitera que “la liturgia es nuestra vida”, y pide una “renovación litúrgica compatible con las aspiraciones de nuestra juventud”, sin desvirtuar las tradiciones litúrgicas de cada comunidad eclesial. El documento recuerda también la urgencia de “un ecumenismo creativo y renovado”. En el contexto de Oriente Medio, por su condición, la Iglesia católica está llamada a abrirse con espíritu de fraternidad y esperanza a las demás comunidades de fe, “mediante la escucha, el diálogo, la convivencia, la cooperación y el respeto mutuo”.
Por último, cada Iglesia particular está llamada a conservar y cultivar en sí misma la dinámica sinodal vivida durante los días de la Asamblea de Harissa. “El tiempo del santo ayuno, que comienza el próximo lunes, 20 de febrero”, sugiere la declaración final de la Asamblea, “es un tiempo útil y propicio para escuchar lo que el Espíritu dice a nuestras Iglesias mientras acogemos la palabra de Dios, oramos y nos arrepentimos, y realizamos actos de caridad y misericordia hacia nuestros hermanos y hermanas en sus necesidades materiales, espirituales y morales, por intercesión de Nuestra Señora del Líbano, Madre de la Iglesia y Reina de los Apóstoles”.
(GV) (Agencia Fides 17/2/2023)


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