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Manila (Agencia Fides) - Como en muchas otras naciones asiáticas, los católicos filipinos rezan por Benedicto XVI, fallecido en la mañana del 31 de diciembre a la edad de 95 años. “Doy las gracias a todos los que le habéis acompañado en la oración y ofrecido intenciones especiales en las misas, por su paso a la vida eterna. Le recordaremos con afecto, especialmente los obispos que él nombró para el ministerio episcopal. El Papa Francisco es conocido como el ‘Papa de la Misericordia y la Alegría’, el Papa Benedicto será recordado como el ‘Papa de la Caridad’. Comenzó su episcopado con una encíclica profundamente teológica titulada ‘Deus Caritas Est’”, escribe Mons. Pablo Virgilio David, presidente de la Conferencia Episcopal de Filipinas, pidiendo a todos los fieles detenerse en un momento de oración, para “dar gracias y rezar por su descanso externo”. El Obispo ha señalado que Benedicto XVI “pasó los últimos años de su vida como Papa Emérito en soledad y contemplación, apoyando espiritualmente con sus oraciones a la Iglesia universal y al Papa Francisco”.
En Manila, el cardenal José Advíncula, arzobispo de la ciudad, dirigió una oración especial de acción de gracias por el difunto papa emérito Benedicto XVI la noche del 31 de diciembre, antes de la misa de Año Nuevo en la catedral de Manila. La catedral de Manila también ha habilitado especialmente la Capilla de Cristo Rey, que alberga un retrato de Benedicto XVI, para que los fieles se detengan a rezar por el Papa emérito. En los próximos días están previstas misas de réquiem y vigilias de oración en varias diócesis que congregarán a miles de fieles, también con motivo del funeral que se celebrará en la Plaza de San Pedro el 5 de enero.
Los bautizados en Filipinas recuerdan que Benedicto XVI, aunque no pudo visitar Filipinas durante su pontificado, siempre tuvo en su corazón el ejemplo de fe de los católicos del archipiélago del sudeste asiático. En el texto-entrevista con el periodista y escritor alemán Peter Seewald, titulado "Últimas conversaciones" y publicado en 2016, Benedicto XVI reconoce y menciona el importante papel que pueden desempeñar los fieles filipinos para "aportar un nuevo dinamismo a la Iglesia" y despertar a Occidente de su "cansancio" y "olvido de la fe".
Además, los bautizados filipinos recuerdan con alegría el acontecimiento de la celebración por la canonización del laico filipino san Pedro Calungsod, catequista y mártir, cuando miles de peregrinos filipinos se reunieron con el Papa en la plaza de San Pedro el 21 de octubre de 2012. “Que el ejemplo y el valiente testimonio de Pedro Calungsod inspiren al querido pueblo de Filipinas a proclamar con fuerza el Reino de Dios y a ganar almas para Dios”, dijo entonces Benedicto XVI en su homilía durante la misa de canonización. Además, como recuerda la Iglesia local, fue Benedicto XVI quien elevó al Colegio Cardenalicio a los arzobispos filipinos Gaudencio Rosales y Luis Antonio Tagle. El legado que los filipinos llevan en el corazón es el de "ser una Iglesia viva" que, "fundada en Dios, humaniza la sociedad y redescubre solidariamente el verdadero destino de la humanidad", como dijo Benedicto XVI a los obispos filipinos en una visita ad limina a Roma en 2011.
(PA) (Agencia Fides 2/1/2023)
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