ASIA/CHINA - Cuando la “Unión de Estudiantes Chinos” de la Universidad Urbaniana rindió homenaje a Celso Costantini, primer Delegado Apostólico en China

Por Marta Zhao
Pekín (Agencia Fides) – “Esta publicación pretende no sólo conmemorar el 10º aniversario de la llegada del Arzobispo Celso Costantini como primer Delegado Apostólico a Pekín, sino sobre todo recordar el amor del Papa por la Iglesia en China”. Así escribía don Vincent Zhao Wennan en el prefacio del singular volumen titulado “Actas conmemorativas del décimo aniversario de la llegada del arzobispo Celso Costantini a China (1922-1932)”, editado en 1932 por la entonces muy activa “Unión de estudiantes chinos de la Pontificia Universidad Urbaniana”.
El futuro cardenal Celso Costantini (1876-1958), pionero del diálogo de la Santa Sede con Pekín (véase Fides 8/11/2022), fue el primer Delegado Apostólico en China de 1922 a 1933. En aquellos años, Costantini consiguió que se celebrara el primer Concilio Nacional de la Iglesia Católica en China (Shangai 1924) y que se iniciara el proceso de "descolonización" eclesial, combatiendo los obstinados restos del Protectorado y todas las formas que seguían imponiendo rasgos europeos a la presencia católica en Extremo Oriente, acabando por presentarla como un correlato religioso de la expansión occidental en aquellas tierras. Gracias también a los esfuerzos de Costantini, los 6 primeros obispos chinos ordenados en los tiempos modernos fueron consagrados por el Papa Pío XI en la Basílica de San Pedro del Vaticano el 28 de octubre de 1926. En 1927, Costantini promovió la fundación de la Congregatio Discipulorum Domini (CDD), el primer instituto religioso clerical de China. Además, con su apoyo se fundó la Primera Universidad Católica de China, Fu Ren, actualmente en Taiwán.
Costantini llegó a Pekín el 29 de diciembre de 1922 para iniciar su misión como Delegado Apostólico en China. Exactamente a 100 años de aquella fecha, gracias a la investigación de la Agencia Fides, ha resurgido de los archivos un precioso documento que testimonia de modo único cómo la perspicacia misionera de Costantini se reflejaba en la vivacidad y creatividad con que los católicos chinos -religiosos, laicos y clero, incluidos sacerdotes y seminaristas que se formaban en Roma, en la Universidad de Propaganda Fide- vivían su vínculo de comunión con la Iglesia de Roma y su pasión por anunciar el Evangelio en su vasto país.
La publicación consultada por la Agencia Fides lleva la fecha de 8 de noviembre de 1932. Costantini, que llevaba 10 años en Pekín, había preferido evitar que el décimo aniversario de su misión en China estuviera marcado por festejos y momentos de celebración, limitándose a recibir a una representación de católicos chinos en la sede de la delegación apostólica. En cambio, en Roma, los sacerdotes y seminaristas chinos que se encontraban entonces en la Ciudad Eterna para asistir a los cursos de la Universidad Urbaniana habían aprovechado la ocasión para recoger en un volumen una serie de discursos que, inspirados en el décimo aniversario de la misión de Costantini, ofrecían también preciosos testimonios y puntos de reflexión sobre los nuevos horizontes que se abrían a la misión apostólica de la Iglesia de China en aquella coyuntura histórica. En el prefacio del volumen, don Zhao se hizo eco del discurso que pronunció el arzobispo Costantini a su llegada a Pekín: "Mi presencia aquí es una demostración del amor del Papa, de su paternal preocupación por el pueblo chino y de su celo en la guía pastoral de los católicos chinos". Unos años más tarde, en 1935, el propio Costantini sería nombrado Secretario de la Congregación de Propaganda Fide.
Durante el verano de 1932, la iniciativa de preparar una publicación con motivo del décimo aniversario de la misión de Costantini en Pekín fue coordinada por don Paul Yu Bin, que en aquella época también daba conferencias a otros estudiantes chinos en la Urbaniana. Yu Bin, futuro arzobispo de Nanjing, fue posteriormente creado cardenal por Pablo VI en 1969, y fue también rector de la Universidad Católica Fu Ren cuando ésta se trasladó a Taiwán.
El volumen en homenaje a Costantini fue concebido y realizado por la Unión de Estudiantes Chinos de la Urbaniana como un verdadero "acto académico". La nota de los editores subraya el objetivo de la publicación, que consistía en relatar el compromiso de Costantini y el apoyo que ofreció a los católicos chinos en la búsqueda de los caminos que la Iglesia en China estaba llamada a seguir para cumplir fructíferamente la misión de anunciar el Evangelio en los "nuevos tiempos" que vivía el pueblo chino.
Llama la atención que entre los autores de la publicación figuren también seminaristas y sacerdotes destinados a desempeñar un papel destacado en las turbulentas vicisitudes posteriores del catolicismo chino. Además del futuro cardenal Yu Bin y de don Vincent Zhao, entre los coautores del texto figuran don Peter Joseph Fan Xueyan, futuro obispo de Baoding, gran testigo de la fe en los tiempos de tribulación posteriores, que firmó una contribución sobre las "Observaciones del arzobispo Costantini sobre la situación actual en China", y Stanislaus Luo Guang, futuro arzobispo de Taipei y rector de la Universidad Católica Fu Ren.
El volumen incluía una biografía de Costantini, una crónica de sus viajes por China, una antología de amplias citas de sus discursos, junto con breves ensayos centrados en su contribución al Concilio de Shanghai, el proceso de fomento de la formación del clero autóctono y el nombramiento de los primeros obispos chinos. Otras contribuciones, a cargo de don Paul Yu Bin, se centraban en el papel desempeñado por Costantini en el nacimiento de la Congregación de los Discípulos del Señor y en el apoyo que ofreció al "movimiento cultural católico chino" y a las actividades de los laicos de la Acción Católica China. Algunos artículos también se centraron en el interés de Costantini por las artes chinas y el "movimiento antidroga". Un apéndice recordaba las figuras recientemente fallecidas del cardenal Willem Marinus van Rossum C.SS.R, Prefecto de la Congregación de Propaganda Fide, y del obispo chino Evarist Zhang Zhiliang.
(Agencia Fides 29/12/2022).

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