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Freetown (Agenzia Fides) – “Los cristianos son un pueblo extraño porque viven en un mundo condenado y, sin embargo, afirman que ha sido redimido”, ha afirmado el arzobispo de Freetown, Eduardo Tamba Charles, haciéndose eco de una cita del filósofo alemán Martin Heidegger.
La ocasión ha sido el mensaje de Navidad, dirigido al país y compartido el domingo 18 de diciembre, sobre el gran sentido de la resiliencia mostrado por el pueblo ante el COVID-19 y las consiguientes implicaciones económicas agravadas aún más por la guerra en Ucrania.
“Gran parte del mundo estaba en proceso de recuperación de la pandemia COVID-19 cuando Rusia invadió Ucrania, calificándola de 'operación especial', cuyos efectos se están dejando sentir en todo el mundo. Sin embargo, en medio de estas calamidades, los cristianos nos preparamos para celebrar el nacimiento de Jesucristo, el Príncipe de la Paz”, dice el arzobispo, que se pregunta “¿nos pasa algo a los cristianos? ¿Estamos locos o somos indiferentes a todo este sufrimiento?”, señalando que a pesar de las dificultades, incluidos los conflictos y las guerras en muchos países africanos, los cristianos siguen aferrándose a la esperanza de días mejores.
Las frágiles economías de muchas naciones, especialmente las de los países en desarrollo, están a punto de colapsar bajo el peso del elevado coste de los combustibles fósiles y de los productos de primera necesidad. “En muchas partes del mundo, incluido el continente africano, hay conflictos y guerras de diversos tipos y grados. A esto hay que añadir los desastres naturales, como inundaciones, deslizamientos de tierra, sequías y hambrunas causadas por condiciones meteorológicas adversas atribuidas al calentamiento global y al clima”, afirma el ordinario local de la archidiócesis de Freetown, elogiando al pueblo de Dios por mantenerse resiliente en medio de tan abrumadoras dificultades.
El arzobispo, que también es presidente del Consejo Interreligioso de Sierra Leona (IRCSL), ha querido recordar cómo “Dios Todopoderoso decidió enviar a su Hijo, Jesucristo, para salvar a la humanidad del pecado en una situación bastante desordenada en el mundo”. La intención de Dios, dice el presidente de la IRCSL, era también “devolver al hombre y a la mujer su noble origen de criaturas a imagen y semejanza de Dios y hacerlos coherederos de su reino por medio de su Hijo Jesucristo”.
El arzobispo Tamba Charles ha animado a los fieles que se sienten desanimados a no perder nunca la fe en Dios. “Fue en situaciones difíciles, como la que está viviendo ahora la gente, en las que nació Jesús. El mundo no ha cambiado, aunque la población mundial haya aumentado tanto, la tecnología se haya desarrollado enormemente y los servicios médicos hayan avanzado mucho, por desgracia no ha cambiado el deseo de algunos hombres y mujeres de dominar a sus semejantes y, en algunos casos, explotarlos para su propio beneficio”.
“Aunque somos conscientes y, en la mayoría de los casos, muchos de nosotros somos víctimas de las duras condiciones económicas y climáticas de nuestros países o comunidades, creemos, no obstante, que Dios es digno de confianza y que, por lo tanto, traerá en última instancia la paz que ha prometido para su mundo. Teniendo esto presente, celebramos con alegría cada año el nacimiento de Jesucristo, seguros de que la paz que Dios ha prometido al mundo por medio de su Hijo se hará realidad un día, a la manera y en el tiempo de Dios. Mientras tanto, nos esforzamos por ser embajadores de Dios de paz, amor, perdón y reconciliación en situaciones de odio y conflicto”, ha dicho para concluir.
(AP) (Agencia Fides 20/12/2022)
