ASIA/FILIPINAS - Refugiados bajo la protección de San Miguel: organizado apoyo a los afectados por el tifón Karding

Manila (Agencia Fides) – “Buscamos la protección de San Miguel Arcángel, que vence el mal y nos preserva a nosotros y a nuestras familias”, dicen los refugiados que han encontrado refugio en el santuario diocesano y la parroquia de San Miguel Arcángel en la ciudad de San Miguel, en la provincia de Bulacan, en el norte de Filipinas, una zona devastada por el tifón Noru. “Permanecemos unidos en el agradecimiento a Dios que vela y cuida de nosotros”, dicen los fieles del territorio diocesano de Malolos, fuertemente afectado por el súper tifón Noru (el nombre local es Karding) que ha golpeado el norte de Filipinas en los últimos días, pasando por el centro de la isla de Luzón, la principal del archipiélago. El tifón ha provocado inundaciones y dañado casas y carreteras, derribando líneas eléctricas y destruyendo cultivos y cosechas.
En la diócesis de Malolos, el obispo Dennis Villarojo, sacerdotes, religiosos y trabajadores de Cáritas han visitado a las familias desplazadas que se han refugiado en el santuario de San Miguel, que ha abierto sus puertas a los evacuados, proporcionándoles refugio y una comida caliente. “Tenemos más de 250 familias en el santuario y otros cientos están en las 24 capillas repartidas por nuestra parroquia”, dice a la Agencia Fides Mark De Castro, un seminarista que vive en la parroquia. Entre los feligreses y todos los fieles de la diócesis se ha producido una gran solidaridad: “En poco tiempo ha llegado más de 280 paquetes de artículos de primeros auxilios de la Cáritas de nuestra diócesis de Malolos, dirigida por el P. Melchor Ignacio, y han sido entregados a la ciudad para extender la ayuda a nuestros hermanos víctimas del temporal”, informa a la Agencia Fides el P. Daniel Coronel, vice párroco de San Miguel.
La catástrofe se ha producido precisamente durante los días de la tradicional Novena (20-28 de septiembre) que la población local vive, con profunda devoción, de cara a la fiesta del Santo, que se celebra mañana, 29 de septiembre, cuando se espera una gran participación popular y una solemne procesión de la estatua de San Miguel por las calles de la ciudad que llevan su nombre. Según ha sabido la Agencia Fides, los donativos y fondos recaudados para la decoración floral, la iluminación y los fuegos artificiales de la fiesta se han convertido en ayuda solidaria para los desplazados.
La oración en el Santuario, mientras tanto, continúa con más intensidad que antes: “En la Novena de la mañana, con el Rosario y la Misa, los fieles rezan intensamente por los evacuados, para que tengan consuelo y esperanza. Recemos a Dios y confiemos en su Providencia”, señala De Castro, mientras la comunidad se prepara para celebrar mañana la Eucaristía por la fiesta de San Miguel, que será presidida por el obispo auxiliar de Antipolo, Mons. Nolly Buco.
“Una intención especial de oración será por todas las personas que sufren y los refugiados que hoy se encuentran sin hogar y sin fuente de sustento, con sus vidas interrumpidas”, informa.
Para aliviar el sufrimiento de los habitantes de las zonas devastadas por la tormenta, las comunidades católicas filipinas, en parroquias, asociaciones y congregaciones religiosas, están preparando iniciativas de solidaridad para las víctimas. En varias diócesis se han hecho llamamientos a la solidaridad. Durante la misa celebrada en la catedral de Manila el 26 de septiembre, el cardenal José Advíncula, arzobispo de Manila, ha instado a todos a ayudar a los desplazados y a los que están en apuros: “Nos unimos en la oración y la compasión por nuestros hermanos y hermanas afectados por el tifón Karding”, ha dicho.
Cáritas Manila ha puesto en marcha una campaña de recaudación de fondos y de ayuda a las familias afectadas por el tifón para proporcionar paquetes de alimentos, kits de higiene, agua y medicamentos. También se necesitan tiendas de campaña de tamaño familiar, mantas, esterillas, planchas de hierro galvanizado, selladores, madera, cemento y lámparas solares para gestionar la emergencia, informa Cáritas.
El Consejo Nacional de Reducción y Gestión del Riesgo de Desastres ha señalado que 74.000 personas fueron evacuadas de sus residencias en Bulacan debido al tifón. Aunque la tormenta ya se ha debilitado, ciudades enteras siguen sumergidas y “la situación no volverá a la normalidad de la noche a la mañana”, han dicho las autoridades gubernamentales. Se informa de la muerte de cinco socorristas (otro está desaparecido), que murieron a causa de la furia de la tormenta mientras intentaban ayudar a los habitantes de los pueblos afectados.
(PA) (Agencia Fides 28/9/2022)

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