AFRICA/LIBERIA - ATACADA UNA MISIÓN FRANCISCANA. TESTIMONIO DESDE MONROVIA DE UNA PADRE HOSPITALARIO DE SAN JUAN DE DIOS: “LOS NIÑOS LLEGAN AL HOSPITAL CON MALNUTRICIÓN, ANEMIA Y MALARIA: TRES EN LA MISMA CAMA”

jueves, 24 julio 2003

Monrovia (Agencia Fides) - “Estamos preocupados por nuestras hermanas y por el sufrimiento que esta situación dramática está causando a toda la población liberiana. Las hermanas están bien y continuarán con su trabajo pastoral y social en la misión de Monrovia, permaneciendo junto a los enfermos y los más pobres. No podemos sino rezar intensamente y esperar que, con buena voluntad por parte de todos, se llegue pronto a una solución que ponga fin al sufrimiento de los civiles”. Son las apenadas palabras dichas a la Agencia Fides en un coloquio con sor Françoise Massy, Consejera General de las Franciscanas Misioneras de Maria (FMM). Las misión de la religiosas en Monrovia fue atacada y saqueada y las tres religiosas han encontrado refugio en el hospital en el que prestan servicio.
Otra orden religiosa muy comprometida en Monrovia es la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios que dirige el hospital de St. Joseph’s Catholic Hospital. Esta estructura es el punto de referencia para la asistencia y la actividad hospitalaria y formativa de todo el país, sobre todo desde que la mayor parte de la población de trasladó a la zona sur de la ciudad donde se encuentra el edificio. Desde el hospital nos llega el dramático testimonio del Padre José Antonio Soria: “Falta agua, luz, alimento y sobre todo medicinas: nos vemos obligados a dar de alta a las personas menos graves para hacer frente a la emergencia”.
En un comunicado enviado a la Agencia Fides, la Orden Hospitalaria precisa que: “el hospital se sitúa frente al océano: 140 plazas que se convierten en 200 en los momentos de máxima emergencia que siempre coinciden con los enfrentamientos armados. Ofrece servicios de medicina interna, cirugía general, pediatría, oftalmología, obstetricia y ginecología, donde trabaja el único médico especializado de todo el país”.
“De los 80 médicos registrados en Liberia tan solo 26 están trabajando actualmente y lo hacen en condiciones extremas” dice el comunicado. “El número de usuarios es muy amplio: de tres millones de Liberianos más de un millón vive en Monrovia, concentrado en la zona sur de la ciudad donde llegan también los prófugos de Sierra Leona y de Costa de Marfil. Monrovia habituada a una población de 350.000 habitantes se encuentra ahora en condiciones de aglomeración y los servicios, ya de por si carentes, no alcanzan a cubrir las necesidades. Escuelas, iglesias, tiendas han sido ocupados por los exiliados que no tienen nada a su disposición; los niños llegan al hospital con gravísimos problemas de malnutrición, anemia, pulmonía, malaria y con frecuencia hemos tenido que meter a tres en la misma cama por falta de plazas”.
Los Hermanos hospitalarias presentes en Monrovia desde 1963 están ahora realizando su labor con decisión y coraje. El Padre Antonio lanza un llamamiento: “faltan medicinas: goteros, antibióticos, penicilinas, bolsas para las transfusiones de sangre y material para las operaciones quirúrgicas”. (L.M.) (Agencia Fides 24/7/2003 Líneas: 41 Palabras: 509)


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