Santo Tomé (Agencia Fides) – Situación confusa en Santo Tomé y Príncipe, el pequeño Estado insular en el Golfo de Guinea, después del golpe de estado perpetrado por el ejercito en la noche del martes 15 al miércoles 16 de julio. Los golpistas, dirigidos por Fernando Pereira, apodado “Cobo”, jefe del centro de instrucción militar, tomaron posesión de los principales edificios gubernativos y sometieron a arresto domiciliario en el hospital a la Primera Ministro Maria Das Neves que sufrió un desmayo durante el golpe. Los militares arrestaron también al Presidente del Parlamento, Dionisio Dias, al Ministro de Defensa, de Recursos Naturales e Infraestructuras además de 15 diputados que fueron entregados a los militares. Huyeron de la captura el Presidente de la República, Fredique de Menezes, que se encuentra en Nigeria y el Ministro de Asuntos Exteriores, Mateus Meira Rita, que estaba en Portugal en una reunión de la Comunidad de países de lengua portuguesa (CPLP). Una nueva junta militar ha asumido las funciones de gobierno.
Los golpistas han explicado las razones del golpe de estado como “una respuesta a las difíciles condiciones socioeconómicas que atraviesa el país” y la Junta promete “anunciar en las próximas horas los órganos que conducirán el país durante esta fase de transición”.
La comunidad internacional ha condenado el golpe, comenzando por la ex potencia colonial del país, Portugal. También Estados Unidos, la Unión Africana y diversos países europeos han condenado el golpe. Particularmente significativa es la condenada llegada de Nigeria y Angola dos de los principales productores de petróleo africano. El primero firmó un acuerdo con Santo Tomé para la explotación conjunta del petróleo del Golfo de Guinea, mientras que Angola, otra ex-colonia portuguesa, ayudó al gobierno de Santo Tomé a reprimir el golpe precedente en 1995.
Los 170.000 habitantes de la isla están considerados entre los más pobres del mundo; su renta anual per capita es de 280 dólares Usa. El reciente descubrimiento de ricos yacimientos de petróleo en un trozo de mar compartido con Nigeria han hecho nacer esperanzas para una mejora en las condiciones de vida. (L.M.) (Agencia Fides 17/7/2003 Líneas: 29 palabras: 359)